"Se le escapaba la vida. Notaba una mano áspera que anclaba a su pescuezo para ahogarla sin compasión. El agua comenzabaa inundar sus pulmones. Se acabó, temió". Así comienza la trepidante novela ·Morir no es lo que más duele" de Inés Plana.
Cuando el lector coge entre sus manos este libro no se puede llegar a imaginar la potente historia que se va a encontrar en sus páginas. La novela nos lleva de la mano por una historia que nos traslada al pasado de los personajes, una red de relaciones entre ellos que se va desgranando a lo largo de las páginas. Al principio parece una red inconexa. Un hombre es encontrado ahorcado en un bosque con el nombre de una chica en el bolsillo. ¿Quién es ese hombre? ¿Y la chica? ¿Que pasado les une? ¿Como encontrar una conexión con el asesinato cuando la joven también en una victima?
Muchas preguntas en el aire que, Julián Tester y Coira, los agentes de la guardian civil tendrán que encontrar respuesta. Unos personajes que irán cambiando a lo largo de la historia, que se moldean con el pasar de los sucesos.
Inés Plana es capaz de trasladarnos en la piel del Julian Tester, el encargado de resolver la trama que le llevará a su propio pasado. En definitiva, una novela para llevar este verano a la playa, a la terraza, o al parque en un paseo en las tardes de sol y sombra. Una historia que no les pasará indiferentes y en la que descubrirán que a veces la casualidad puede ser la mejor aliada.