Como elementos de diseño y construcción, los arcos son estructuras destinadas a salvar un espacio amplio entre dos muros o pilares. Su uso se remonta a la Edad Antigua y son característicos de las maravillas arquitectónicas de muchas obras como emblemáticas catedrales.
Es una construcción lineal, pero con forma curvada y está compuesta de piezas pequeñas denominadas dovelas dispuestas para soportar esfuerzos de compresión, colocadas de una forma que transmitan las cargas a las columnas. Se clasifican de acuerdo al centro que se necesite trazar y sus tipos varían según su función estructural o la ocupación que tendrán en las construcciones.
El arco de medio punto: popular en el arte romano
Es un tipo de arco utilizado en construcciones dispuestas de forma semicircular. Aunque su uso asciende 3000 años a.c. en la era de la Mesopotamia, su popularidad la alcanzó con la arquitectura de los Romanos desde el siglo XI. Es una estructura característica del arte románico que resalta en obras de estilo Barroco y Renacentista, por lo que está presente en muchas construcciones que se han mantenido en la actualidad.
Su característica principal es la media circunferencia que permite un arco de igual altura en sus centros, unidos a través de una línea imaginaria y que presenta variantes según las diferentes derivaciones de la forma del semicírculo.
Las construcciones iniciales se cimentaban en estructuras abovedadas con el objetivo de cubrir un espacio como si fuera un techo, a través de dovelas que se disponen estratégicamente para crear estabilidad en el arco y soportar el peso al transmitir las fuerzas de empuje horizontal en los puntos de apoyo como los muros o columnas que lo sostienen.
El tipo de arco de medio punto se puede observar en bóvedas que suman varias estructuras iguales que logran un elemento de construcción superficial de apoyo semicilíndrico o en cúpulas que conjuga secciones similares pero que se apoyan en una gran circunferencia y la superficie se formara como semiesférica.
Variaciones del arco de medio punto
Este tipo de arco tiene derivaciones que lo hacen muy usados en las construcciones. Principalmente estas variantes son en función de la forma del semicírculo y se pueden distribuir de tres maneras, estas son:
– Tipo de arco rebajado: esta es una de las principales variantes de este tipo de arco y aun cuando conserva su forma semicircular, su estructura es aplanada. Se diferencia en que su centro se ubica debajo de la línea imaginaria de apoyo horizontal. Esta característica hace que su estructura resalte menos ya que la curva no llega hasta el semicírculo, y no produce el efecto estilizado de otros arcos de medio punto. Se pueden ver en obras de la época del Renacimiento.
– Tipo de arco peraltado: su variante ubica el centro por encima de los apoyos que forman la línea imaginaria, su estructura es imponente y tiene un mayor relieve. Esto se debe a que la circunferencia que se forma en el arco es sobresaliente y logra una visualización elegante y mucho más esbelta. Su construcción se observa en el arte asturiano.
– Tipo de arco parabólico: es un diseño de estructura un poco diferente. Su forma característica de parábola hace que su arco forme un ángulo en el centro, apuntado con intradós cóncavo. Es muy usado en la construcción islámica y gótica, del siglo XIX y relacionado con Gaudí en sus estructuras.
El arco de herradura: la arquitectura perfecta de las mezquitas
Las construcciones más emblemáticas de los árabes tienen en sus estructuras el arco de herradura con una variante más angosta, por lo que lo llaman el arco árabe. Este tipo de elemento se ha usado como parte de la decoración singular en las mezquitas, que entrelazan los muros y los arcos con dibujos geométricos denominados arabescos y que tienen un gran efecto artístico.
Su característica de herradura es curvilínea, tiene doblez completa del arco que pasa del semicírculo y su centro se encuentra por arriba de la línea imaginaria de apoyo. Tiene tres variantes que corresponden al de mayor pendiente transversal que cierra su curva a 2/3 del radio, el llamado arco califal que cierra a ½ del radio y el arco visigodo que cierra a 1/3 del radio, siendo este último el menos curvilíneo de los tres.
Sus primeros usos se aprecian en templos cristianos y paganos en Asia, Palestina y Egipto, sin embargo, su popularidad se presentó en la edad tardo-imperial en la que se construyeron diversas joyas arquitectónicas y muy conocidas como la Iglesia de Santa Eulalia de Bóveda.
También, fue muy representativo en el arte suevo para la construcción de templos como el San Trocado de Bande en el siglo VII en Galicia y que ha logrado la declaración de ser un Monumento Histórico – Artístico por su excepcionalidad ya que se conserva en perfectas condiciones.
El arco carpanel: ideal para portales y balcones en todos los estilos
Es un tipo de arco que tiene tres centros, dos de ellos en las impostas de apoyo y uno por debajo de esta línea. Tiene amplitud hacia un mayor número de centro, siempre que sean impares para lograr una simetría con el punto superior.
Es una estructura trazada por medio de varios semicírculos tangentes entre sí y líneas verticales de mochetas. Esta característica lo clasifica como un arco rebajado, pero más refinado por su trazado en continuidad con las líneas de apoyo y los muros para crear un aspecto de mejor acabado. Su geometría es exactamente la mitad superior que corresponde a un óvalo, que incluye un número impar de circunferencias con transiciones suaves y centros distintos.
Es considerado como protagonistas en las estructuras de balcones y portales, se pueden observar variaciones en sus diseños desde las más planas hasta las más cerradas tanto en los extremos como en la parte superior que dependerán de la cantidad de centros que tenga.
Es muy común verlo en las portadas y patios de importantes edificios en la mayoría de las épocas existentes a partir de la gótica. En la provincia de Sevilla se encuentran obras arquitectónicas como el Convento de Santa Clara y la Iglesia de Santiago de Utrera que reflejan arcos carpaneles en sus portadas emblemáticas.