A Julio he conocí hace un par de años, cuando abrí Versos, Casa de acogida para libros de poesía (para que nadie tire libros). Aquí estuvimos conversando un rato, con dos de sus libros sobre la mesa: Sueños rotos en páramos baldíos, y Voces del silencio. Entonces tenía, igual que ahora, unos cuantos proyectos literarios en marcha, porque Julio Molero Pisabarro, de Altobar de la Encomienda, ha escrito, entre otras obras, El Quijo en tercetillos: 60 versos en honor a Don Miguel de Cervantes.
Hace unos meses que no coincidimos en este Páramo que los dos queremos, él porque es de estas tierras llanas y yo porque estoy acogida a los encantos de vecinos y atardeceres. Le envié unas preguntitas y un abrazo de Columna cero, y esto es lo que hay.
“Querida amiga Edurne: Por fin, después de más de un mes de idas y venidas al Hospital, y ya disminuidas las preocupaciones, creo que es hora de que te de respuesta a tus preguntas. Perdona esta tardanza”.
[Sumario]
– Hablamos de El Páramo, este infinito horizonte al sur de León.¿Qué te sugiere tu tierra?
– A la primera pregunta, déjame que te conteste con unos versos de un poema reciente:
El Páramo era una clepsidra blanca
de cristalinos sueños y esperanzas
que la tierra gestaba en sus entrañas.
El cielo desprendía estrellas niñas
en la expandida piel de la llanura…
alondras en el cielo azul del páramo,
alas de libertad en vertical
acariciaban con sus trinos ….
Lo escribí después de bajar de la montaña, de la belleza verde, con ansias de ver el horizonte en horizontal, sin límites, sin la opresión de las paredes rocosas de los muros verticales… Pareciera que se me rompían cadenas. Era otra paz, otra sensación de volar libre…
-¿ Metido en más proyectos?
– Tengo proyectos, unos en reposo y otros pausados. Tengo dos libros acabados, uno de poemas y otro en prosa. Y sigo escribiendo algunos versos, de vez en cuando. No sé cuándo los publicaré. Estoy un poco desanimado. ¿Para quién escribo? Hay más poetas que lectores.
– Toda una vida dedicado a la enseñanza de chavales ¿qué te ha enseñado el enseñar?
– Enseñar me ha enseñado, desde mis inicios, a hacer de mi profesión la dedicación plena en la educación de unos seres humanos moldeables, formándoles no solo en la cultura sino en valores de vida para un futuro. No sólo era enseñar, también era educar. Y la enseñanza me llenó plenamente de satisfacción. Mi profesión fue vocacional. Es muy difícil explicar las enseñanzas que recibimos los profesores de nuestros alumnos. Estos nos enseñan a ser comprensivos, a ser pacientes y, sobre todo, a ser humanos.
– La última vez que nos encontramos eras un jubilado en busca de editorial; ¿te ha encontrado ya esa editorial?
– No encontré editorial para la publicación de mi Quijote en tercetillos, porque lo hice por mi cuenta, con el mismo que me había publicado mis libros anteriores. Estoy muy satisfecho con la publicación. Muchas horas emborronando folios, con más de 60 mil versos, en honor de Don Miguel de Cervantes.
Y esto es todo Edurne. Me pides una foto.¡Qué poco fotogénico soy! Te la envío en correo aparte. Un abrazo grande”.
Si comienzas, querido amigo, con unos versos, me atrevo a cerrar esta otra página que te escribo con parte de Alas para soñar (de tus Voces del silencio)
Esta isla que te oculta en mar inmenso,
te va trazando estelas frente al viento
con sueños que iluminan tu andadura.
Se rompen alambradas, huele a incienso,
despierta amiga, llega ya el momento
de olvidar para siempre la amargura.
PD (Yo también te abrazo)