Emilio Sagi, director de escena, ha convertido la opereta en una gran comedia musical, con la aportación de un importante elenco de cantantes líricos y sin faltar el Coro Rossini y la Bilbao Orkestra Sinfonikoa (BOS). Para el baile se han elegido a once bailarines que ofrecerán ágiles y graciosos momentos de baile.
Luna de miel en El Cairo era la nueva propuesta de la revista musical española en los años de posguerra, una vez anulada, por las circunstancias políticas, la tradición inmediatamente anterior de espectáculos llenos de alusiones eróticas y dobles sentidos.
Resumen
En un teatro, que bien pudiera ser el Teatro Martín de Madrid, donde se estrenó Luna de miel en El Cairo el 6 de febrero de 1946, o quizás otro cualquiera, se hacen audiciones para llevar a escena, precisamente, esa opereta. Una chica le canta al Maestro una canción sobre esta obra y el Maestro trata de encontrarle la melodía, que se le resiste. Por fin lo logra.
En la audición tomarán parte distintas personas, algunas de las cuales serán escogidas, no así otras. Vivirán situaciones típicas de cualquier teatro cuando se prepara para un gran estreno, desde ensayos de escenas mal resueltas que deberán repetirse hasta situaciones protagonizadas por personajes no visibles para el público pero tan necesarios como el regidor, quien por cierto le da un poco al pimple, o la sastra, en este caso una antigua vedette.
Pero los intérpretes, por exigencias del empresario, deberán acometer la función real de Luna de miel en El Cairo, con su princesa, su falsa princesa tan temerosa de que la expulsen de la compañía por no dar la talla; o sus mandatarios diplomáticos de Limburgo, ese país de opereta. ¡ Prepárense porque los enredos serán de época!.