Fabrizio Cammarata es una de esas voces que de pronto te atrapan. Sin necesidad de grandes mezclas de sonido, su voz, su guitarra y su solemnidad transmiten la paz del mar en calma. El italiano ahora acaba llamando a la quietud con su primer single, 'Run run run', de su último disco.
Este tema pertenece a su nuevo álbum, Lights, una colección de canciones más directas y honestas elaborada por Fabrizio hasta la fecha. "Es la fase de renacimiento", dice el artista sobre esta segunda etapa que comenzó con Of Shadows. Y añade que es aquí donde hay "un nivel de autoconciencia más alto".
Y es que, si te gusta Villagers, Benjamin Clementine o Damien Rice, Fabrizio Cammarata es el soplo de aire fresco que necesitaba tu playlist. Y es que 'Run run run' solo es la primera muestra de lo que será su nuevo disco, una colecciones de canciones más directas y honestas elaboradas por él mismo.
El trabajo de Fabrizio ha sido producido por Dani Castelas entre los Studios Indigo de Palermo y el Studio Barxeta de Valencia. Eso sí, debes saber que el single cuenta con (como en antaño) una cara B, 'Under your face', un tema que también está presente en el disco donde el artista reflexiona sobre la diversidad interna de la identidad personal.
ENTREVISTA CON FABRIZIO CAMMARATA
¿Cuáles fueron tus primeros pasos en el mundo de la música?
Cuando vi de niño la película 'Regreso al futuro' mi vida cambió. Viendo la escena en la que Michael J. Fox agarra la guitarra eléctrica y toca 'Johnny B. Goode' le dije a mi papá: "¡Yo quiero ser ÉL!", y le pedí una guitarra como regalo de cumpleaños (nadie en mi familia tocaba). En los meses siguientes pasé los días enteros frente al VHS haciendo play-pause-play-pause… Para ver dónde ponía Michael sus dedos en el mástil, hasta que me aprendí toda la canción. De hecho aprendí a tocar 'Johnny B. Goode' mucho antes de aprender el Do Mayor.
Lights es tu nuevo disco. ¿Qué quiere contar?
Es la segunda parte de un viaje que comenzó con el álbum Of Shadows, donde pasé por un proceso de búsqueda en los rincones más oscuros e incómodos de mi alma. Lights es la fase de renacimiento, donde un nivel de autoconciencia más alto (y muy caro, en términos de "inversión personal") te deslumbra y muestra la vía hacia ti mismo. Los ingredientes de este viaje son: amor, empatía e ironía.
"Todo pasa por una razón", dices en el primer single 'Run run run'. ¿A qué te refieres?
Me refiero a que a veces la vida elige por ti, sin preguntarte. Es lo que pasa con los surfistas (yo lo soy, por ejemplo): ellos respetan la ola y no luchan contra ella, más bien la secundan, la interpretan, se adaptan a ella y al final se unen con ella, generando belleza. Tal vez deberíamos hacer lo misma con la vida, ¿no?.
Pero claro, ¿correr? ¿Acaso hay prisa para que suceda algo?
No, ¡al contrario! En esta canción el running es una metáfora de lo que llena nuestra vida, siempre corremos y nos distraemos, olvidando que a veces es mejor pararse y mirarse a uno mismo.
Ya estuviste en España como telonero de Villagers. ¿Hay ganas de volver? ¿Cómo fue la experiencia?
Estuvo genial. Yo soy originario de Sicilia, y como isleños Conor y yo encontramos muy pronto muchas cosas en común. Irlanda y Sicilia son lugares trágicos y cómicos a la vez. Además Villagers tiene un público increíble, muy respetoso y cariñoso. Recibí mucho cariño, así que no veo la hora de volver en Madrid y Barcelona con mi banda (6 y 8 de mayo).
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Y además hiciste una aportación en un homenaje a Chavela Vargas.
Sí, con mi amigo y cantautor Dimartino. Los dos hemos grabado un álbum, Un mundo raro, en el que traducimos sus canciones a italiano y las grabamos en México con sus propios músicos, Los Macorinos. Después escribimos una novela con el mismo título inspirada en su vida, que tuvo bastante éxito en Italia. Y tenemos también un espectáculo teatral con narración, marionetas y canciones. Es el resultado del amor infinito que tenemos por Chavela.
En realidad, ¿con qué artista te gustaría cantar?
En mi lista hay algunos españoles, en realidad. Rosalia, por ejemplo, y mi amigo Depedro.
¿Y en qué escenario?
He tenido la suerte de tocar en teatros muy lindos, cuando compartí el escenario con Patti Smith, Ben Harper o Damien Rice. En mis sueños, el Olympia de Paris y el Palau de la Musica de Barcelona.
Volviendo con Lights, ¿cuánto esfuerzo ha costado producirlo?
En cierto modo fue muy fácil. Armé un equipo ideal, el productor valenciano Dani Castelar, mi ingeniero del sonido, Francesco Vitaliti, y la banda: Carmelo Drago, Donato Di Trapani y Adam Dawson. Nos encerramos en un estudio en el campo cerca de Barxeta, en la Comunitat Valenciana, y estuvimos unas dos semanas trabajando como una maquinaria perfecta, todo fluía como agua, compartí el mismo proceso de composición con mis compañeros, porque llegué al estudio casi sin canciones. Fueron mis hermanos, mis confesores, y los pilares sobre los que reposa este álbum.
¿Qué novedades nos esperan con la presentación de este nuevo trabajo?
Será la primera vez después de diez años que lleve una banda conmigo. Como comentaba antes, es un equipo increíble, y no veo la hora de que la gente disfrute, se alegre y – por qué no – llore: me gusta poner toda mi emotividad en mis actuaciones, y creo que no hay cosa más mágica que el efecto catártico del arte. Me gusta sacar a las personas fuera de sus zonas de confort y que se emocionen conmigo.
