Es una de las productoras con mayor proyección en el panorama español. Con su empresa “La Canica Films” ha llevado a cabo películas como: Tarde para la ira (Con la que ganó el Goya a Mejor Película), La vida inesperada o su último proyecto, aún pendiente de estreno, ¿A quién te llevarías a una isla desierta, donde vuelve a trabajar con el director Jota Linares (Animales sin collar) y en la que trabaja mano a mano con Netflix, convirtiéndose en la nueva película española que se estrenará en la plataforma. Cercana, risueña y con los pies en la tierra, hablamos con Beatriz Bodegas para que nos cuente todos los entresijos de la producción, los motivos de cambiar la abogacía por el cine, la falta de mujeres productoras en la industria, entre otros muchos temas.
¿Cómo ha sido la producción de tu última película con Netflix?
Igual. Es el tipo de producciones que trabajo. Siempre hago películas en las que creo y me gustan. Supongo que me preguntas a nivel económico y no es más grande. No hay ninguna diferencia en ese sentido.
Pero también vas con más seguridad porque sabes que es una película que va a estar en una plataforma internacional.
Sí, es cierto. Tienes la certeza de que es una película que va a viajar desde el minuto cero pero a nivel de producción económica o de tamaño, es el mismo, lo que es diferente es la exportación que va a tener la película. Siempre se tiene el objetivo de que la historia viaje por todo el mundo y en este caso se va a hacer realidad.
¿Cómo surgió la unión con Netflix?
Cuando empiezo a financiar mis proyectos pienso a qué plataformas de televisión les va a interesar más. Por ejemplo: La vida inesperada y Tarde para la ira las hice con TVE. En cambio Animales sin collar, además de TVE también trabajé con Movistar + y con Netflix. Y esta última solo con Netflix por el tipo de película que es y que entendía que podía ser interesante para la plataforma. Así lo planteé y les encantó. Les cuadró la idea y decidieron hacerla.
Es la segunda vez que trabajas con el director Jota Linares y además de forma muy seguida, ¿cómo surge esta nueva colaboración?
Surge porque él ya tenía el guion escrito de ¿A quién te llevarías a una isla desierta? Lo leí y me encantó, así que empecé a buscar financiación. Con otros directores, como Raúl Arévalo (Tarde para la ira) el resultado fue maravilloso y no hemos hecho la siguiente porque está trabajando todavía en el guion junto a David Pulido. Cada director tiene sus tiempos en el proceso de escritura. Pero en cuanto esté, haremos esa película. En este caso, el ser tan seguido, es porque el guion ya estaba escrito.
Claro, porque la película es una adaptación de la obra de teatro que creó y dirigió Jota (Linares).
Exacto. Además tuvo muchísimo éxito y ha viajado mucho. La película es un viaje generacional, creemos que va a gustar mucho por el tipo de historia que cuenta.
¿Cómo surgió esta relación profesional entre Jota Linares y tú?
Fue en el rodaje de Tarde para la ira. Manolo Pavón me habló de un director que era amigo suyo. Me dijo que tenía mucho talento y que quería presentármelo. Un día le dije que adelante así que le conocí, me mandó su guion y lo leí. Conectamos con la idea que tenía en su cabeza y con cómo quería rodar. Todo fue muy bien, así que empezamos a trabajar y hasta ahora.
¿Qué tienen los directores noveles que te hemos visto trabajar tanto con ellos?
Es cierto. Tengo otro director novel al que estoy buscando financiación, llevo ya cuatro años con ella y espero por fin levantarla. A ver si para el año que viene la hacemos. Creo que la primera película siempre está muy pensada, es muy deseada. Es excepcional la ilusión que tienen por arrancar, por hacer su primera película. También es cierto que la gente está muy preparada y creo que también hay que dar oportunidad a la gente nueva y no solo en directores sino también a jefes de equipo. Me gusta trabajar con personas que encuentran conmigo su primera oportunidad porque si no al final estarían siempre los mismos y no entraría gente nueva a esta industria.
Una de las quejas que tienen muchos actores es que siempre trabajan los mismos.
Efectivamente, eso lo dicen mucho. Solo tienes que ver las películas para ver los que repiten y luego tenemos actores, actrices y jefes de equipo maravillosos que no trabajan. Hay muchas modas. Hay artistas que están en lo alto y hacen todo y de repente desaparecen porque a veces se mantienen y otros no. Creo que lo que lleva a que, aparentemente, siempre trabajen los mismos es que las películas hay que financiarlas y cuando tú vas a las televisiones o a los sitios para venderlas y llegas con un elenco diferente y un director nuevo les genera mucha inseguridad. Al final es un riesgo, y por lo general son poco partidarios de asumirlos.
¿Tú sientes esa inseguridad o miedo a la hora de hacer tus películas? Porque hemos visto que has trabajado con caras poco conocidas.
No, no me da miedo. Creo que lo importante al final es que sean buenos actores. A parte para algunos personajes es mejor que sea un buen actor desconocido que uno que sea muy conocido porque a veces sí estás muy expuesto te ven más a ti que al personaje. Evidentemente si eres buen actor esto no ocurre, pero a veces viene bien que sean caras desconocidas.
Cuando son caras desconocidas, ¿te has encontrado algún problema al venderla por ejemplo en una televisión?
Sí, es más difícil porque muchas veces lo que ellos quieren es: “este”, “este” y “este”. Y piensas que esa película ya la has visto. El mundo actores desconocidos es mucho más difícil. Por eso a veces combino, para levantar el proyecto, a una cara conocida con gente desconocida.
¿Cuántos guiones puedes llegar a recibir al año?
Buf no te lo sé ni contestar. Recibo personalmente muchos pero también se manda muchos a la "Canica Films". A día de hoy les contestamos que no podemos recibir proyectos porque no me da tiempo a leerlos, porque me gusta hacerlo yo misma. Entonces es imposible porque llega un momento que no hay horas.
¿Fue más masivo cuando ganaste el Goya?
Sí, sin duda. Sobre todo de gente novel. Creo que vieron que había ganado la película de un director primerizo que además era una apuesta porque no era fácil a priori. Hay mucha gente que tiene este tipo de proyectos y no consiguen que nadie crea en ellos porque son nuevos.
Ahora no tienes tiempo para leerlos, pero, ¿qué es lo que más te llama la atención para decantarte por uno u otro?
Ahora mismo no puedo leerlos pero en un futuro espero volver a hacerlo. Primero es que me guste el guion y que la historia me toque de alguna manera. Si termino de leerlo y digo: “Me encanta esta película. Me gustaría verla” Ahí es donde ya se abre el proceso de avanzar. El siguiente paso es conocer al director. A veces viene éste vinculado y otras además de dirigir es el guionista también. Quedo con el director y lo más importante es que conecte con él, que sea una persona con la que me entienda perfectamente y hablemos el mismo idioma. Escuchar la propuesta que tiene él y si la ve igual que yo o me gusta lo que expone, tiro para adelante. Si no la veo y no conectó con él, no sigo.
Claro porque a la hora de producir una película es una comunicación constante con el director/a.
Constante, sino sería imposible. Al final estás trabajando con un proyecto de 2-3 años mínimo y todos los días. A partir de la pre-producción para adelante, estáis juntos todo el día. Hay muchos problemas y discusiones y tienes que trabajarlo con una persona con la que te entiendas muy bien.
La figura del productor/a para las personas que no trabajan en la industria cinematográfica está muy distorsionada. ¿Qué es una productora en realidad?
Totalmente. Hay varios tipos de producción, es algo que les digo mucho a mis alumnos. Desde "Canica Films" entendemos que la producción es hacer historias en las que creemos y estamos muy vinculados, en todo momento, a la película. No solo conseguimos la financiación sino que además desarrollamos el trabajo con el director, guionista…Entramos mucho en la propuesta de casting, el jefe de equipo, en el rodaje, montaje… vamos muy de la mano con el director y hacemos juntos la película. Lo mismo de cara a la explotación, trabajamos codo con codo con el distribuidor. En general, estamos muy pendientes y cuidamos muchísimo la película desde dentro. Otros productores también la cuidan pero de otra forma. A mí me gusta estar de la mano en todo el proceso y así es como entiendo la producción.
Decía Jota Linares que una de las cosas que más agradecía de haber trabajado con "Canica Films" es que podía dedicarse a dirigir.
Exacto, porque de todo lo demás ya nos ocupamos nosotros. El director tiene que centrarse solo en dirigir y hacer su película y si tiene dudas hablarlo. No puede estar pendiente de otras cosas porque sino no le permitiría hacer su trabajo con la libertad que necesita.
Aparte de recibir más guiones, ¿cómo has notado que ha cambiado tu vida profesional al ganar el Goya?
No ha cambiado. Profesionalmente sigo trabajando igual que antes y mantengo las relaciones que tenía. Es verdad que a nivel de la industria te posiciona en otro sitio. Hay gente que no te conocía y ahora te conoce pero mi día a día sigue siendo igual.
¿Te abre más puertas a la hora de vender un proyecto?
Tengo las mismas. Las que tenía antes las sigo teniendo abiertas y las que no, siguen igual (risas) Tengo buena relación con la gente del negocio pero las puertas a las que llamó depende más del tipo de proyecto qué hago y de cómo trabajo.
Antes te dedicabas a la abogacía, ¿cómo acabas siendo productora?
Cuando acabé derecho, y estaba ya ejerciendo, mi tío (el director Roberto Bodegas) me dijo que estaban buscando una abogada para Canal + para llevar temas de derecho. Me gustaba la idea y entré. A partir de ahí me fui moviendo por los canales de televisión y entré en producción y distribución de cine. Acabé involucrándome muchísimo en este negocio. Tuve la oportunidad de llevar toda la parte de producciones de Warner España porque estuve muchos años en Sogecine y Sunmin Park. Trabajé en películas como: Mar adentro, Los otros, Mortadelo y Filemón… Aprendí muchísimo y decidí montar mi propia empresa. Desde pequeña he sido muy cinéfila. En general, en mi casa siempre lo hemos sido. Mi madre trabajaba en TV, mi tío en cine… Me atraía mucho pero no sabía cómo hacerlo. Ahora mismo sí que está muy claro porque hay carrera pero entonces no era tan conocido ni tan fácil…Al final terminé en cine que era lo que me apetecía.
Algunos medios te sitúan como una de las mujeres más influyentes de la industria cinematográfica española.
(Risas) No sé. Creo que las personas influyentes son las que son capaces de tomar decisiones para que salga una película o no. Alguien que tiene capacidad de que el negocio de determinados proyecto se haga e incluso cambiar la vía de producción. Si eres capaz de eso, sí eres influyente en este negocio. Me lo tomo como un piropo, pero no tengo palabras… creo que hay otras personas que sí que lo son.
Pero… ¿No crees que tú también eres influyente al elegir qué tipo de películas salen adelante?
A mí eso me da mucha vergüenza. Creo que es alguien con más peso.
¿Por qué crees que hay tan pocas mujeres productoras, directoras o guionistas?
Es un tema educacional. Desde niños seguimos unos modelos a seguir. En el caso de los chicos es el del hombre que gestiona una empresa, el que produce, que está en determinados puestos. En cambio, para las niñas ahora mismo, y lo veo por mis hijos, son las influencers, actrices, cantantes…No veo que se fomente una mujer productora o que dirija una empresa o que sea líder en determinados negocios. Que una mujer tenga un puesto alto sigue siendo noticia y mientras esto sea así, es que no es lo habitual. Creo que las cosas serían diferentes si desde pequeñitos, desde la educación, desde la historia… nos mostrasen a todas las mujeres importantes que han formado parte de ella. Mientras el modelo a seguir sea masculino es difícil que las mujeres se planteen una carrera de productora, directora… Creo que ahora ocurre mucho más porque estamos dando mucha guerra y estamos diciéndolo mucho y se empieza a ver un modelo a seguir femenino. Pero hemos empezado más tarde y aún tardará en equipararse en número de mujeres y hombres en este tipo de puestos.
¿Tú sentiste que te lo pusieron difícil por ser mujer cuando te metiste en producción?
En mi vida laboral siempre ha habido muchos hombres, muchos jefes. En Sogecable (Lo que antes era Canal +), yo quería entrar en la parte de producción de cine y me dijeron que era imposible y no he tenido ninguna facilidad para nada. Siempre me decían que no. Hasta que me enteré del puesto de la Warner que era internacional, otro tipo empresa, y sí que lo conseguí. Pero facilidades no he tenido.
Se ha hablado mucho de las luces y sombras del cine español. Una de ellas es la poca visibilidad. ¿Crees que plataformas como Netflix están ayudando a que se vea más producto español?
Creo que las plataformas internacionales están ayudando a que se visibilice más las series españolas y su calidad. En el cine español están ayudando también pero creo que el problema de la falta de asistencia a las salas no tiene nada que ver con la plataforma. Eso es más una falta de medios para la comunicación y para que la gente conozca la existencia de la película y la sala de cine. También hay mucha competencia. En un mismo fin de semana se estrenan muchas películas y para que el público conozca la tuya tienes que hacer una inversión brutal y hacer que destaque por encima de las demás. Plataformas como Netflix en lo que sí que ayudan es que, por fin, se pueda apreciar la calidad de los productos de cine español. Estamos a nivel del mundo, muy alto. Fíjate con La casa del papel. Me encanta que funcione tan bien mundialmente y esto es gracias a Netflix que está apoyando mucho este tipo de proyectos.
Con lo que hablabas de la falta de comunicación y medios para promocionar una película. ¿Qué está fallando?
Es importante que la prensa apoye y eso siempre viene bien pero hay muchos estrenos a la semana y competimos con películas muy grandes y americanas. Es muy difícil competir con este tipo de películas que cuentan con actores súper conocidos y que tienen un coste de publicidad y de producción brutal. Ese nivel lo consigue Telecinco o Antena 3 porque tienen la cadena y pueden meter publicidad en su programación pero el resto no. Por ejemplo con Tarde para la ira la prensa era maravillosa pero a nivel de taquilla, no fue ni de lejos un taquillazo, fue pequeña.
Tarde para la ira pasó muy desapercibida al principio fue después de ganar cuando quizá se la tuvo más en cuenta, ¿no?
Tampoco te creas. La película hizo cerca de 1 euros antes de los Goya y después de los premios 600 más, pero tampoco es mucho dinero. La crítica siempre la apoyó totalmente pero luego las salas de cine no te mantenían apenas la copia y no había forma de acceder a la película. Es un tema muy complicado.
Algo que admiro de la gente que os dedicáis a este oficio, es el amor que sentís hacia algo que os puede alzar u os puede hundir.
(Risas) Totalmente. Al final hay que tener los pies en la tierra porque aparentemente puedes subir mucho pero siempre te caes, por lo menos en mi profesión. Para mí el cine es una pasión y disfruto muchísimo en el trabajo. Hay muchos momentos duros en los que te enfadas y mucho estrés pero al final también va muy ligado al carácter. Si yo fuera más tranquila y más pasiva no sentiría tanto amor por el trabajo ni tendría estrés ni situaciones de conflicto. Una amiga mía siempre me dice que estoy envenenada. Todo lo que esté relacionado con el arte tiene que ser una pasión.