Se llama Charles Foster (Reino Unido, 1962, ha sido un abogado de éxito, es escritor, cazador (cosa de la que se arrepiente) veterinario, viajero y miembro del Green Templeton College de Oxford y profesor también en Cambridge. Él mismo mantiene que todas sus obras, y por extensión su vida surgen del intento infructuoso de responder a dos preguntas claves "¿Quién o qué somos?" Y "¿qué estamos haciendo aquí?”.
Acaba de publicarse en España, su último libro titulado “Ser animal” bajo el sello de Capitán Swing y traducido por Enrique Maldonado Roldán. Una obra que responde a un intento de los humanos que desde la noche de los tiempos han buscado entender a los animales. Foster se transforma en chamán y los chamanes de las antiguas tribus tenían la posibilidad de transformarse en animales.
La mejor manera de entender de verdad a los animales es vivir como ellos, por eso Foster no dudó, y adoptando las teorías de la interpretación de Stanislavski, se transformó en 4 animales que eligió por su conexión con los cuatro elementos fundamentales. Foster ha sido tejón, nutria, zorro, y vencejo y como extra añadió al ciervo.
Su intención no era otra que restablecer su conexión con el mundo natural, algo que toda la humanidad necesita cada vez más. Foster entendió que como humano vivía en la pobreza sensorial, y por eso se dedicó al trabajo duro que a algunos les parecerá ridículo, por más enriquecedor que sea, de pasar día y noche viviendo sobre el terreno, en los hábitats naturales de los animales en los que se transformaba, comiendo lo que ellos y siguiendo sus hábitos.
Foster fue nutria, enfundado en un traje de neopreno, nadó y flotó en las aguas de un río durante horas; comió lombrices como tejón, corrió desnudo por un bosque nevado huyendo de un cazador y sus perros y conectó con los vencejos en vuelo. Dice que su experimento fue fallido en gran parte, que pasó frio, miedo y hambre, pero que de la experiencia ha salido fortalecido y transformado en mejor persona.
Quizás no todos tengamos la valentía de volver a nuestros orígenes como cazadores recolectores y vivir como Foster unos días en el bosque, pero todos podemos aprender de su experiencia a través de la lectura de su libro, un ensayo poético que sin duda despertará nuestra empatía hacia las especies que son compañeras de planeta.