¿Cuánto tiempo necesitamos para asumir lo que hay dentro de un disco? ¿Cuánto tiempo, cuántas oportunidades estamos dispuestos a dedicarle a una obra de 42 minutos cuando cada viernes se edita un disco diferente?
Y, en este caso, hablamos de Zahara. Porque es evidente que ‘Santa’ (G.O.Z.Z. Records, 2015) cambió muchas cosas para la artista onubense y que había muchas cosas acertadas en su planteamiento, además de sus canciones: envolver el álbum en una temática reiterada, una física atractiva con contenidos extra, una mayor liberación en la manera de describir su universo, como nos ha animado a entrar en él y su último trabajo de 'Astronauta' (2018) y haciéndonos partícipes de él con guiños a la cultura popular, pero… ¿Qué pasó antes? ¿Cómo llegó hasta allí? La respuesta está en su tercer álbum, anterior a éste: 'La pareja tóxica'.
Porque la verdadera historia de Zahara es una que habla de cambios, transformación y evolución. Y 'La pareja tóxica' (Music Bus, 2011) habla bien de ello, de una carrera de fondo donde empezó a mirar a la meta de otro color y desde otra posición de lo que había hecho anteriormente.
'Pregúntale al polvo' fue el aviso. Y de hacían salir frases igual o incluso más duras y rotundas. Una voz que empieza dulce y casi susurrada de la que nos cuenta “Puedes creer en Dios. No hay Dios” en el Universo, que crece a medida que empieza a gritar “No lo puedo soportar”.
[Sumario]
Este trabajo habla de un final y de un principio, de las subidas y bajadas en el camino hacia una ruptura tan indeseable como inevitable. Tal vez por la simple paradoja implícita en su título, cuando la toxicidad es irremediable hay que elegir entre el doloroso camino del desamor o la misma muerte. Y por eso la redacción de este texto lo recomienda.
Pero las perdidas más dolorosas no son las perdidas amorosas, aunque éstas puedan ser, incluso, más dañinas. Canciones como 'Camino', en recuerdo a su abuela, así nos la señala. Pero también nos indica muchos otros trazos suyos en 'Del Invierno' o 'Camino a LA', una de las más desgarradoras del disco, sino la que más, pero con un sonido tan brillantemente perfecto para romper con la dulce Zahara.
Lo bonito de ‘La pareja tóxica’ es el hilo que mantiene todo el disco adjudicando un sentido especial a cada canción para todas las demás; tiene la fuerza necesaria para situar a Zahara en una categoría que va más allá del estatus de cantautora, convirtiéndola en una intérprete que sabe muy bien cómo convertir su mensaje en algo más universal.
Un disco cargado de belleza que, aún 7 años después, sorprende aún más a causa de la fuerza cruda y energía que la jienense da en estas canciones. Y qué bien.
Porque sólo Zahara puede conseguir pasar de 'La pareja tóxica' a algo tan distinto como su underground 'Santa' o "ni indie ni mainstring" 'Astronauta' y que su público antiguo siga al pie del cañón.
Lo mejor: 'El universo', 'La mujer Mayúscula y el mar', 'Camino a L.A.', Del Invierno'.