Sobre el escenario se encontrarán dos actores, los hermanos Fuchs, Ximun y Manex. Además, para reflejar las contradicciones del concepto de fraternidad, distintas personas esbozan pequeños fragmentos de la obra, a modo de testimonio, como son Lander Garro, Gaizka Sarasola, Lorentxa Beyrie, Aitzaro Arano, Argi Perurena, Unai Iturriaga y Eñaut Castagnet.
En el texto teatral de esta obra se percibe la huella de tres trabajos de referencia que previamente han profundizado en la cuestión fraternal: Los hermanos Karamazov, de Dostoievski; Bi Anai, de Bernardo Atxaga y la película Submarino, de Thomas Vinterberg. En los tres, la fraternidad adquiere el protagonismo y desde ahí se sumergen en conceptos con interrelaciones tan complejas como la fe, la duda, la razón, la traición, la naturaleza o la humanidad.
Zazpi senideko
La fraternidad es un laberinto construido desde pequeños, sin escapatoria, una unión definitiva. Sanguínea o surgida por mor de la propia vida, la familia completa al individuo. Pero entonces…¿cómo actuar cuando se nos ha arrebatado al hermano o la hermana? Cuando la cárcel, el accidente de coche o la enfermedad nos producen un vacío imposible de llenar, ¿cómo se mantiene vivo ese NOSOTROS que nos es nuestro? Dos actores. Dos hermanos. Y siete historias llevadas al teatro.