Los alcaldes de Baiona y Nigrán se han comprometido a tomar medidas para proteger su patrimonio cultural de las agresiones y evitar que hechos como los ataques al crucero de San Telmo, en el puente romano de A Ramallosa, se vuelvan a repetir.
Ángel Rodal y Juan González visitaron esta semana esa infraestructura y supervisaron las obras de restauración del crucero y de limpieza del pavimento. Los regidores de ambos municipios se mostraron firmes a la hora de garantizar el buen estado de una de las joyas del patrimonio miñorano.
Obras muy esperadas
González señaló que “después de año y medio de tramitaciones y esperando por los permisos necesarios, es muy buena noticia que uno de los principales referentes patrimoniales y culturales del Val Miñor al fin se pueda restaurar”.
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Por su parte, Ángel Rodal insistió en el símbolo del puente de A Ramallosa como unión de las dos localidades y paso obligado para los peregrinos, quienes “valoran de forma muy positiva el paisaje y la conservación y puesta en valor de esta joya a su paso hacia Santiago”.
Las obras supondrán una inversión de 3.500 euros que asumirán los dos ayuntamientos y estarán finalizadas en una semana.