No es muy frecuente ver a pintores que utilicen el fuego para crear sus cuadros, o para transformarlos hasta configurar paisajes; pero José Abel Sánchez integra en sus pinturas pigmentos naturales, viruta de hierro y madrera, cuerdas, estaño y plomo, materiales todos ellos a los que puede pegar fuego, que después sofocará a golpe de trapo; de este modo, se produce una transformación instantánea y mágica, y surge el azar como un elemento más en ese proceso de creación.
Pero José Abel trae al lienzo rías transitadas por barcos y gabarras de otras décadas, riberas y panorámicas urbanas, que nos hacen dudar sobre qué parte de lo representado es una crónica del presente y qué elementos son pura nostalgia, o nacen del imaginario del autor. Y al final del recorrido plástico, nos muestra estampas pictóricas en las que el artista ha transformado la fealdad en belleza, y lo impuro de las urbes contaminadas e industrializadas en bellos paisajes humanizados sin la presencia del individuo.
Galería Ángel Cantero (León, España)
José Abel Sánchez
Pinceles de fuego
Del 10 de marzo, al 4 de abril.