Ubicado al Sur de África, Zimbabue es un oasis de naturaleza virgen que recibe al viajero con hospitalidad, pero también con un patrimonio cultural e histórico que sus gentes muestran con el mismo orgullo y respeto que profesan hacia sus creencias y raíces ancestrales.
Siendo uno de los países más pequeños del África Austral, cuenta con cinco enclaves declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO como Matobos, -un Parque Nacional formado por cerros y valles boscosos donde predomina la alta concentración de rinocerontes-, el Parque Nacional de Mana Pools y las áreas de safari de Sapi y de Chewore -emplazadoa orillas del río Zambeze y de gran belleza natural, cuenta con acantilados de hasta 1 metros por encima del nivel del valle-, El Monumento Nacional de las Ruinas de Khami -donde se descubrieron restos arqueológicos de Europa y China que evidencian fue un importante enclave comercial-, o el Monumento Nacional del Gran Zimbabue -el más importante yacimiento arqueológico del Sur de África-.
Sin duda, el quinto de sus Patrimonios de la Humanidad, es también su más preciado tesoro. Consideradas una de las 7 Maravillas de Mundo, las Cataratas Victoria son casi el atractivo por excelencia del país. Un salto de agua de más de 100 metros de altura que supone una visita indispensable: 5 cataratas y 16 puntos de observación conforman este enclave turístico ideal para practicar deportes de aventura, darse un baño al borde de las Cataratas -en la denominada ‘Piscina del Diablo’– o sobrevolar en helicóptero este espectáculo natural que los nativos denominaban ‘el humo que truena’.
Su riqueza natural quede constatada en otros de sus Parques Naturales como Hwange, que alberga la mayor población de elefantes del mundo, Gonarezhou, de gran belleza paisajística, o Matusadonha, donde se puede disfrutar, entre otras propuestas, de un crucero fluvial. Tampoco puede obviarse The Eastern Highlands, una de las cordilleras más largas con una extensión de 378 kilómetros, el Monte Nyangani, o el lago Kariba en el mítico río Zambeze.
Safaris, rutas en 4×4, viajes en helicóptero, piragüismo, avistamiento de aves y encuentros con la naturaleza más salvaje son sólo algunos de los atractivos que esperan ser descubiertos en Zimbabue. También su cultura, su historia, su gastronomía, sus gentes y su auténtica esencia.