Rayden estrena este viernes el videoclip de Caza de pañuelos, un alegato contra la violencia machista que es, además, el primer avance de su próximo disco de estudio, Sinónimo.
Su trabajo anterior, estrenado a principios de 2017, llevaba por título Antónimo y forma parte de una trilogía. Sinónimo será el próximo trabajo con el que nos sorprenderá y aún quedará por descubrir 'Homónimo', que cerraría este ciclo. Ahora, con Caza de pañuelos, adelanta lo que será la nueva era del artista alcalaíno.
[Sumario]
En él, su poesía y música se unen de nuevo para defender un mensaje importante y necesario para la sociedad actual, donde dirige una crítica al machismo, en defensa de la igualdad de género y en contra de la discriminación y el maltrato.
Este videoclip cuenta con la colaboración de algunas de las mujeres que más admira dentro del mundo del deporte, (Lydia Valentín), de la música (Rozalén, Zahara, Ruth Lorenzo…) o de la interpretación y la televisión (Ana Morgade, Maggie Civantos, Kira Miró…)
"Mi música es mi casa, un espacio donde hago uso de mis inquietudes, mis privilegios y mi voz pero en este caso no me quiero hacer oír; quiero dar voz y aliento. Quiero el papel secundario, la segunda fila", explica el propio artista en un comunicado en redes sociales.
"No quiero la satisfacción que da la autorealización disfrazada de compromiso. No quiero ni medallas, ni galones, ni mucho menos reconocimiento.
No quiero ser el protagonista del videoclip de este tema porque bastante tengo yo con ponerme un espejo cada día y desaprender todo lo aprendido para aprender de nuevo algo que me llevará toda una vida. No yo, no yo, no yo,
ELLAS.
Por eso el videoclip de esta canción tiene la cara de algunas de las mujeres que más admiro dentro del mundo del deporte, de la interpretación, de la música, de la producción y de la comunicación. Por eso los derechos de esta canción irán destinados a la asociación Bizirik –Asociación que ayuda a mujeres supervivientes de la violencia machista–.
Por eso son ellas…”.
La canción cobra aún más fuerza en el estribillo donde repite "¿La N o la O? ¿Qué parte del no es la que nunca entienden?".
En el vídeo ellas tienen todo el protagonismo, utilizando para ilustrar los prejuicios hacia la mujer: primero, cantan la letra, serias, sobre fondos blancos y ambientes neutros. Después, y a medida que avanza la canción, la atmósfera pasa a ser más agresiva, con colores rojos, azules, negros. También lo hacen las expresiones de ellas, ahora combativas. Al terminar, llega el último estribillo, con todas las protagonistas en silencio para enfatizar su reflexión final: "Tanto por cambiar, aún queda tanto por hacer. Por hacernos mirar, y aún queda más por aprender. Que las primeras muestras deben nacer de nosotros, y ante todo respeto, tanto mutuo como propio".