Huele a hierbas, mar y arena.
Huele a flores, a luz, tiempo,
rostros y a miradas. Huele a patria,
a revolución de la infancia,
al canto eterno de las aves
y a los colores de mi bandera.
Huele a pasos de los campesinos,
a la libertad de las mujeres,
al viento agitado de la juventud,
a protesta de horizonte y alma.
Huele a vida, a la victoria.
Huele al amor de la unidad:
«huele a la inmortalidad del pueblo».
Edgard Díaz
“La esperanza puede ser una fuerza muy poderosa. Tal vez no haya magia real en ella, pero cuando sabemos lo que deseamos y lo sostenemos como una luz en nuestro interior, podemos hacer que las cosas sucedan, casi como si fuera verdadera magia”. (Laini Taylor)