Kiss volvieron a España, tres años después de su última visita, en el año 2015, contando nuestro país con la suerte de albergar cuatro conciertos del cuarteto neoyorquino. Estos, junto con otro en Lisboa, van a ser los únicos shows de la banda en 2018, dejando aparte las actuaciones que den dentro de su próximo Kiss Kruise, el viaje en crucero para verdaderos fans que llevan organizando ya varios años con enorme éxito.
Afortunados hemos sido por lo tanto los fans españoles y portugueses, y Kiss han saldado su cuenta con nosotros, ya que en su gira europea del año pasado no pasaron por la Península.
Pude estar es sus dos primeros conciertos, en el RockFest Barcelona y en Madrid, al día siguiente, y esto es lo que viví:
RockFest Barcelona, sábado 7 de julio
El sábado fue un día intenso en el RockFest Barcelona. Día muy caluroso, con actuaciones no menos calientes de bandas como Dark Tranquillity, Stryper, Megadeth o Scorpions, que tocaron justo antes de Kiss, cosechando un gran éxito, y demostrando su veteranía y saber hacer en este tipo de festivales.
Kiss tenían la difícil misión de conseguir que la gente se olvidara de lo que había visto hasta entonces para centrarse solamente en ellos, y es que de hecho eran los cabezas de cartel de ese día, y posiblemente, junto con Ozzy Osbourne, la banda más esperada del festival. No quiero dejar en segundo plano a Judas Priest, Helloween y Scorpions ni muchísimo menos, pero son grupos que vemos por España con muchísima más frecuencia, y la gente sabe que si no los ve ahora seguramente en uno o dos años tendrá otra oportunidad.
A las 00:15 horas aproximadamente y tras el consabido grito de “All right Barcelona! You wanted the best, and you got the best!!” salieron Kiss a escena bajando de una plataforma suspendida del techo del escenario al ritmo de “Deuce”. Un comienzo espectacular que se pudo ver por primera vez en su “Farewell Tour” del año 2000 y que en España no veíamos desde su actuación en el festival Kobetasonik, en Bilbao, hace ya diez años.
Con el público en el bolsillo desde el minuto uno, la banda, comandada como siempre por Paul Stanley y Gene Simmons nos regaló toda su galería de posturas, gestos y movimientos, justo lo que todos esperábamos ver en Kiss. Tommy Thayer y Eric Singer, como siempre, estuvieron en un segundo plano, para no robar protagonismo a los jefes. Esto es así, y de hecho se produjo un momento muy curioso y significativo, cuando estando Gene en medio del escenario, vio como, sin darse cuenta, el bueno de Tommy se situaba justo delante de él, tapándole literalmente. Gene, ni corto ni perezoso, y en vez de moverse él, apartó a Tommy de un ligero empujón y se lo quitó de en medio. No me malinterpretéis, en ningún momento lo hizo de malas maneras, y el mismo Tommy reaccionó riéndose como dándose cuenta de que había metido la pata tapando al jefe; fue un detalle curioso que deja claro, por si alguien tenía duda, quienes son los verdaderos protagonistas y quienes son simplemente músicos contratados en Kiss. No obstante, y en favor de Tommy, tengo que decir que le vi mucho más activo que en otras ocasiones, más seguro, animando a los fans continuamente.
Gene Simmons fue el de siempre; chulo, socarrón, provocador… pero también muy profesional. No faltaron ninguno de sus característicos movimientos, ni su enorme lengua agitándose como si de un reptil se tratara. Además, cantó sus temas muy bien a pesar de sus 69 años.
Paul Stanley, por su parte, también hizo lo que se esperaba de él. Fue el verdadero protagonista de la fiesta, el principal animador, y el que llevó los mandos de la nave. Hace poco, Eric Singer dijo que en Kiss no se hace nada sin la aprobación de Paul, y me lo creo; su actitud en el escenario, dirigiendo muchas veces a los miembros de la banda (que alguna ocasión acusaron la falta de suficiente ensayo) así lo demuestra. Físicamente sigue estando en una forma sobresaliente a sus 66 años. Delgado y lleno de energía. Vocalmente sigue igual. Paul ya no canta, lo intenta sin éxito, desafinando casi continuamente y con una ronquera permanente, esto lleva siendo así desde hace más de seis años, y ya posiblemente nunca cambiará. Paul tiene su voz destrozada, no es ni la sombra del enorme cantante que fue, pero si alguien esperaba ver lo contrario, es que o no ha seguido la carrera de Kiss o vive en otro planeta. Su penoso estado vocal quedó patente especialmente en temas como “Love Gun” o “Lick It Up”. Aún así, insisto, creo que el 90% de los que estábamos allí ya esperábamos esto, y lo que al menos queríamos ver es al Paul enérgico y carismático de siempre, y eso sí que lo vimos
El setlist no tuvo sorpresas. Ya lo avisaba Paul días antes en alguna entrevista, se iban a ceñir a tocar clásicos en su mayoría: “Shout It Out Loud”, “I Love It Loud”, “Detroit Rock City”, “I Was Made For Lovin´ You”, “War Machine”… Rompiendo un poco esta dinámica de clásicos pudimos escuchar “Flaming Youth”, aquel tema oscuro del disco “Destroyer” que en sus tiempos salió como single sin apenas éxito, y que en Barcelona solo disfrutaron los verdaderos fans del grupo. También pudimos escuchar “Say Yeah”, del, para mí, genial disco “Sonic Boom”, y que contradiciendo las palabras de Stanley y Simmons en muchas entrevistas, tuvo una gran respuesta del público; y es que tanto Paul como Gene no se cansan de decir, para justificar el no grabar un nuevo álbum, que la gente ignora las canciones de los últimos discos y que sólo quiere clásicos en los conciertos. Pues bien, aquí tuvieron la prueba de que eso no es exactamente así. La gente quiere buenas canciones, tanto si son clásicos como si no, y si las bandas graban buenos discos, pueden tener seguro que en directo el público va a celebrar las nuevas canciones; si no, que se lo digan a Judas Priest o Iron Maiden.
Como era de esperar, todos los trucos de Kiss no faltaron en este primer concierto de su gira española. Pudimos ver a Gene escupiendo fuego al final de “Firehouse”, a Tommy disparar cohetes con su guitarra durante el solo en la mitad de “Shock Me”, a Gene de nuevo vomitando sangre y “volando” a lo alto del escenario para desde ahí cantar “God Of Thunder” (por cierto, al subir a la plataforma en lo alto del escenario, Gene casi se cae de ella, teniendo que agarrarse al pie del micrófono y llevándose un buen susto, y es que la polea que debía posarle con suavidad en la plataforma no hizo tal cosa). Paul también se desplazó en tirolina por encima de nuestras cabezas para interpretar en la mitad de la pista el tema “Psycho Circus”, ante la gran aclamación del público.
El fuego y las explosiones fue otra constante en la actuación, y volvió a quedar patente que un concierto de Kiss puede competir con cualquier espectáculo de fuegos artificiales. No conozco a ninguna banda que desplegue en directo un juego pirotécnico tan grande como lo hace Kiss. Realmente impresionante.
En mi opinión, los temas más celebrados y que más aclamaciones cosecharon fueron “Deuce”, “Shout It Out Loud”, “I Love It Loud”, “Love Gun, “I Was Made For Lovin´ You”, “Rock and Roll All Nite”, “Detroit Rock City” y “Black Diamond”. Estos tres últimos fueron especialmente intensos. “Rock and Roll All Nite” fue un orgasmo de rock and roll, una verdadera fiesta, con el confeti volando por todo el recinto de Can Zam. “Detroit Rock City” sonó brutal, demostrando una vez más que es una de las canciones de Kiss más queridas, y “Black Diamond” puso punto y final al concierto de manera muy emocionante, con la batería elevándose hasta el techo y las plataformas en los extremos del escenario haciendo lo propio con Gene y Tommy, mientras Paul realizaba el esperado sacrificio de su guitarra, partiéndola contra el suelo.
Gran concierto de Kiss, que demostraron nuevamente ser un ESPECTÁCULO, y que recibió una enorme ovación por parte de la inmensa mayoría de público reunido en Can Zam (que, según la organización, fue el mayor de todo el festival), aunque me consta que mucha gente salió muy decepcionada por el estado vocal de Paul.
Fin del concierto de Kiss en Barcelona. Hacemos las maletas y nos dirigimos a Madrid para presenciar su actuación en el WiZink Center.
Madrid, WiZink Center, domingo 8 de julio
A las 16:00 horas de la tarde del domingo, y bajo un sol de justicia, ya había una gran cantidad de fans haciendo cola en los alrededores del WiZink Center, con la esperanza de poder coger una buena ubicación de cara al concierto de Kiss, programado para las 22:00 h.
Según los organizadores, las puertas se abrirían a las 17:00 horas, pero ya en las pantallas exteriores del recinto rezaba, “Se retrasa la apertura hasta las 18:00 por problemas técnicos”. Las 18:00, las 18:30, las 19:00 y las puertas seguían sin abrirse, ante el cada vez mayor cansancio y nerviosismo de los fans que llevaban varias horas haciendo cola.
Por lo que me pude enterar, este retraso se debió a que los camiones que transportan el montaje de Kiss tuvieron problemas para salir de Barcelona, y no pudieron hacerlo hasta las 6 de la mañana del mismo domingo, llegando a Madrid alrededor de las 13:00 horas del mediodía. Esto obligó al equipo de montaje de Kiss a trabajar a contrarreloj para tener preparado el escenario lo más pronto posible, algo que consiguieron en un 95% y por lo que merecen todo mi reconocimiento. Pero este retraso iba a tener sus consecuencias.
La primera, es que The Blackmordia, grupo que fue anunciado como segundo telonero hace unas semanas, y que iba a tocar a las 19:30 h, se quedó con las ganas. Y es que las puertas se abrieron a las 19.30, y aún quedaban algunos detalles del escenario por perfilar, como el correcto funcionamiento de la tirolina de Paul y de las plataformas laterales del escenario, que tuvo ocupados a los técnicos de montaje hasta unos minutos antes de la actuación de Megadeth.
Lo siento por The Blackmordia. A las 20:45 h salieron a escena Megadeth, con 15 minutos de retraso. Iniciaron su concierto con el clásico “Hangar 18”, y desde el minuto uno cosecharon una gran respuesta por parte del público. El repertorio se centró en clásicos como “Take No Prisoners”, la recuperada “The Conjuring”, “Tornado Of Souls”, “Symphony Of Destruction”, “Peace Sells” (con la aparición en escena de un hombre vestido de Vic) y “Holy Wars”, con la que terminaron su concierto. Las dos únicas concesiones a temas más recientes fueron “The Threat Is Real” y “Dystopia”, ambas pertenecientes a su último disco. El sonido fue bueno, potente. La actitud de la banda muy buena, especialmente la de Kiko Loureiro que ha demostrado ser el guitarrista ideal para Megadeth, haciendo que ya nadie se acuerde de Chris Broderick. Dave Mustaine estuvo correcto. Muy envejecido de aspecto, y con muy poca voz, suplió estas carencias con entrega y actitud durante los 45 minutos que duró la actuación. En líneas generales, Megadeth cumplieron con su cometido.
Por fin, a las 22.30 horas, y con media hora de retraso sobre la hora programada, salieron Kiss a escena. Enseguida pudimos ver la segunda consecuencia de los problemas técnicos antes mencionados. La plataforma que usaron en Barcelona para comenzar el concierto no estaba, no dio tiempo a montarla, algo menos no con seguridad, así que la banda decidió prescindir de ella. Una pena para los fans madrileños. Al ritmo de “Deuce” por lo tanto, salieron a escena Kiss, como quien dice, a pie, algo que choca en una banda acostumbrada a aparecer en escena de la manera más espectacular que se pueda imaginar.
Aún así, esto no fue pega para que la banda saliera a por todas y el público los recibiera con entusiasmo. Curioso el hecho de que en esta ocasión Kiss no llenaron el WiZink Center, como hace tres años. Gran parte de las gradas superiores estaban vacías. Se nota la abundancia de conciertos y festivales por estas fechas, que hace que la gente tenga que decidir el ir a unos conciertos o a otros. Además, mucho público optaría por ver a Kiss en alguna de las otras tres actuaciones programadas en España.
En cualquier caso, el WiZink tuvo una buena entrada. Calculo que unas 10 u 11 personas acudieron a ver al “Beso” americano.
El setlist en Madrid fue casi calcado al de Barcelona. Como únicos cambios, en Madrid tocaron “Calling Dr. Love”, y se dejaron en el tintero “Psycho Circus” y “Cold Gin”, que si que sonaron en Barcelona. Esta fue otra consecuencia del retraso ocasionado por los problemas técnicos, Kiss se vieron obligados a recortar ligeramente su actuación para poder terminar a las 00:00 h (creo que este es un límite de tiempo que impone el WiZink Center), aunque por suerte solo fue una canción la que se quedó fuera del setlist.
Por otra parte, el orden de algunos temas también cambió en Madrid, dejando para la parte final clásicos como “Love Gun” (que Paul interpretó en la plataforma central del recinto, en lugar de “Psycho Circus” como ocurrió el día anterior) o “I Was Made For Lovin´ You”, que en Barcelona sonaron más al principio. También varió el final, ya que acabaron su actuación con “Rock and Roll All Nite”, mientras que en Cataluña finalizaron con “Black Diamond”.
Por suerte, el retraso no mermó el resto de números escénicos de Kiss ni la cantidad de explosiones y fuego, que igual que en Barcelona fue espectacular.
Noté a la banda muy motivada, quizá por el hecho de que en Madrid actuaban ante la verdadera Kiss Army, fans acérrimos; no como en un festival, donde muchos pueden ser fans y otros muchos no. Esto quedó patente en la gran cantidad de personas que pude ver en Madrid maquilladas como los miembros de la banda, mientras que en Barcelona apenas pude a ver a un par de chicos.
Todos los integrantes del grupo estuvieron igual de activos y profesionales, y para mi alegría, Paul Stanley estuvo ligeramente mejor de voz que en Barcelona, pero solo ligeramente, los gallos y la ronquera aparecieron también en Madrid.
Fue en resumen otra gran actuación que, voz de Paul Stanley aparte, solo tuvo como “pero” el retraso que sufrió y las consecuencias que se derivaron de él, pero eso es algo que no podemos achacar a la banda.
Veremos que tal se desarrollan sus próximas actuaciones en el Resurrection Fest y en Córdoba, y esperemos que en su próxima gira mundial, que al parecer comienza en enero de 2019, vuelvan a España.
NDR: Todas las fotos pertenecen al concierto de Barcelona
Repertorio de Kiss en el RockFest Barcelona 2018:
1. Deuce
2. Shout It Out Loud
3. I Was Made For Lovin´ You
4. I Love It Loud
5. Firehouse
6. Shock Me
7. Love Gun
8. Lick It Up
9. God Of Thunder
10. Flaming Youth
11. Say Yeah
12. War Machine
13. Psycho Circus
14. Rock And Roll All Nite
Bises:
15. Cold Gin
16. Detroit Rock City
17. Black Diamond
Repertorio de Kiss en Madrid:
1. Deuce
2. Shout It Out Loud
3. War Machine
4. Firehouse
5. Shock Me
6. Say Yeah
7. I Love It Loud
8. Flaming Youth
9. Calling Dr. Love
10. Lick It Up
11. God Of Thunder
12. I Was Made For Lovin´ You
13. Love Gun
14. Black Diamond
Bises:
15. Detroit Rock City
16. Rock And Roll All Nite