Andando por el centro de Madrid observo a un chico en moto que se para justo en el lugar al que me dirijo. Veo que es Álex de Lucas, que al igual que yo llega pronto a nuestro encuentro. Al principio lo que más llama la atención es que te recibe con una gran sonrisa y cercanía, lo que es una garantía de que la entrevista va a ser agradable, tranquila y probablemente podamos hablar de muchas cosas. Finalmente ocurre así, porque este madrileño de 29 años tiene mucho que contar. Desde sus inicios en el teatro con La Llamada, sus giras tanto en España como en el extranjero con su grupo The Parrots hasta formar parte del gran éxito de los últimos años, Paquita Salas, que acaba de sacar su segunda temporada y está en boca de todo el mundo.
La segunda temporada de Paquita Salas era muy esperada. Aun así, ¿os ha sorprendido la gran acogida que ha tenido?
Personalmente me ha sorprendido menos que la primera que era todo mucho más expectante y nos preguntábamos si la gente entendería lo que queríamos decir y cómo se lo tomaría. Finalmente fue muy bien y esta segunda ha contado con ese respaldo y con Netflix. Aunque sí que piensas si las compararán y pensarán que la primera era mejor, por ejemplo. Sentía que iría bien pero me están viniendo unas cifras de visualizaciones que son espectaculares.
Al haber unas expectativas tan altas, por parte de los seguidores, imagino que existiría ese miedo a decepcionar.
Totalmente, por eso de que las segundas partes nunca fueron buenas. Sobre todo porque han pasado dos años desde que se estrenó la primera temporada. No es una serie al uso, sino que ha parado durante mucho tiempo y luego ha vuelto. Pero lo ha hecho con más fuerza y con una Paquita más explosiva.
Paso de una serie de amigos a entrar Netflix, ¿qué diferencias habéis notado de la primera a la segunda?
Ha sido diferente. Estaba todo más organizado. Cuando Los Javis (Ambrossi y Calvo) comenzaron a trabajar en la primera temporada nunca habían rodado antes ni tenían su propio equipo. Fue como un ensayo para La Llamada. Ahora los mismos que trabajaron en la película, están en esta segunda temporada. Se convirtió en un rodaje familiar, nos conocíamos bastante y había muy buen ambiente. Netflix ha estado apoyándonos, creando una estructura y una sujeción. No era muy diferente, pero sí más profesional. Había detrás unas personas exigiendo que todo estuviera bien. También ha entrado la productora Apaches que al principio tampoco estaba.
Había un poco de miedo que al ser emitida en 190 países se hiciese una Paquita Salas más internacional.
Sí, también he leído que había gente que creía que en esta temporada podrían faltar chistes con referencias españolas por el hecho de hacerla más internacional. Pienso que no ha sido así y el mejor ejemplo es que se cuente con Ana Obregón que no creo que fuera de España mucha gente la conozca. La esencia ha sido igual y lo bonito es recibir mensajes de Francia, de Inglaterra, de Chile… Es una locura que gente de fuera entienda la historia, imagino que sobre todo comprenderán la intrahistoria, lo que va dentro, las emociones y las sensaciones.
También se esperaba quizá que al estar Netflix hubiese más capítulos.
Eso es algo que han decidido Los Javis. En agosto rodamos la tercera y creo que saldrá por navidades o ya para principios del 2019. Lo que no sé es cuántos capítulos habrá. Igual nos sorprenden y son diez capítulos.
Esta vez la segunda y la tercera temporada estarán más unidas.
Claro, pero al final es lo suyo porque es una serie. Paquita tampoco es una locura que conlleve un rodaje muy complicado. Por el momento se puede hacer y se puede llevar a cabo rápidamente.
Es muy fácil empatizar con Paquita.
Sí y ahí está la clave. Los Javis y Brays (Efe ) han logrado crear un personaje con los mismos sentimientos y emociones que cualquier persona en su trabajo o en su vida diaria. Da igual que seas representante o no, aunque imagino que los representantes deben estar locos.
La industria cinematográfica está encantada con Paquita Salas y mira que les mete caña.
Sí, pero en realidad es una crítica que realmente el propio “mundillo” se hace a sí mismo. Por ejemplo, los actores que trabajaron en su momento y no se les vuelve a dar una oportunidad, las modas, los influencers… Entonces la gente ve la serie y piensa: “Es que tienen toda la razón”. No lo ven como un ataque, sino como algo que es verdad. No estamos pasando por un buen momento, pero tampoco puedes ponerte a llorar. Hay que pensar en las cosas buenas que tiene y reírse de las cutres (risas).
El mundo de la representación es bastante desconocido para el público en general y ese es también uno de los secretos de la serie.
Totalmente. Creo que la gente debe pensar: “¿De verdad es así?” Hay pocos que sabemos que sí, que es así. Hay situaciones totalmente reales y que se viven así.
¿Y si ahora hay un boom y empiezan a salir series de representantes?
¿Te imaginas? Series de actores o de repente todo el mundo quiere ser actor o representante. Sería lo más. Los Javis deberían hacer PS Management de verdad.
Con tanto cameo ahora sí que es verídico lo de dime un nombre y te cuento una anécdota.
Totalmente. Me quedé muy sorprendido el día que me dijeron que iba a grabar con Ana Obregón. Recuerdo con trece años verla en A las once en casa, en Ana y los siete y luego era la amante de mis jugadores de fútbol favoritos. Toda mi vida he sabido quién era ella. Fue muy especial y fue muy simpática.
Se ha dicho que esta temporada tira más al drama que la comedia, pero, creo que las escenas de comedia son totalmente explosivas.
Sí, lo he leído. Creo que es porque vemos a una Paquita que está más de capa caída que en la primera donde vimos a un personaje que no está en su mejor momento pero que va aguantando pero en esta directamente empieza con que se le viene abajo todo el tinglado. Tiene ese trasfondo triste de una persona que se está quedando sin recurso, sin dinero y que va a perderlo todo. Entonces entiendo que la gente lo vea triste pero los momentos de humor siguen siendo de Paquita. De hecho el capítulo dos es muy divertido por toda la locura de la oficina y el cameo de Ana Obregón. Sí que es verdad que Paquita está muy sentimental y no se divierte tanto como en la primera. Paquita se caracteriza por tirar de los demás y ahora es al revés.
Retrocede pero parece que para volver con más fuerza.
Justo. Ella está rodeada de mucha gente a la que ha ayudado y en el momento en que ella tiene un problema ve que no tiene a nadie, que está sola. Soy yo contra todo el mundo, y no puede.
La escena del calendario del capítulo dos me pareció maravillosa y además muy difícil de grabar con tanta gente en el plató.
No fue tan complicada. Toda esa secuencia era un texto escrito pero en cuanto Los Javis vieron la que había liada pensaron que había que cambiarlo. Fue todo improvisado. Creo que en cuanto vieron a tanta gente pensaron: “De perdidos, al río”. Estuvimos como tres horas y fue una locura, nos divertimos mucho. Cada vez que había un corte venía Ambrossi llorando de la risa y nos decía que nunca se había reído tanto.
Otra de las sensaciones que se te quedan tras ver esta temporada es que ha sido un homenaje a las actrices.
Creo que eso está presente desde la primera temporada. Los Javis siempre recurren a actrices, de hecho, creo que yo soy el único chico que anda por ahí. Ellos las defienden y las quieren mucho. Saben lo duro que es ser actor y más siendo mujer. A mí me encanta esa oda. Lo que le han hecho a Lidia San José es precioso. De hecho, después de la fiesta del preestreno hablaba con Carlos Bardem de que se había sentido identificado con ese capítulo porque él también había ido a un rodaje y se había quedado en blanco. Nadie te hace caso y te plantas ahí en la selva. Es muy raro.
También ví mucha autobiografía. Por ejemplo con el personaje de Belén de Lucas que tiene mucho de Los Javis y mucho de Belén Cuesta.
Claramente el personaje de Belén de Lucas es una mezcla autobiográfica. No creo que este hecho aposta pero sí que ha ido saliendo poco a poco. Javier Ambrossi siempre cuenta que cuando trabajaba de camarero en un bar con Belén Cuesta le prometió que le iba a escribir un papel y que nunca más iba a trabajar de camarera, que es lo que le pasa al personaje de Anna Castillo. Y que, finalmente, acabe escribiendo también tiene mucho que ver con Ambrossi. Cuando le conocí aun trabajaba en el bar y al año fue cuando me dijo que había hecho un guion con Javi Calvo y era el de La Llamada.
Tu amistad con Los Javis, ¿cómo surge? Porque en un principio teníais caminos diferentes. Tú más hacia la música, ellos la interpretación…
Empecé Comunicación Audiovisual, pero no me gustó y me atreví con interpretación que era lo que de verdad quería hacer. Empecé a salir con una chica que también era actriz que hizo un microteatro con Ambrossi. De ahí conocí a Calvo, a Brays, hicimos un grupo de amigos. La cosa fue creciendo y ellos empezaron a venir a los conciertos de mi grupo, The Parrots, cuando apenas estábamos comenzando. Más tarde, Los Javis escribieron sus primeros microteatros y un día me llamó Javi Calvo contándome que les habían dado el visto bueno para representar en el Teatro Lara una obra que habían escrito. Había música en directo y me preguntaron si quería tocar el bajo y dije que sí. De ahí surgió La Llamada.
Y de ahí también Paquita Salas.
Exacto. Un día me contaron que estaban escribiendo una serie de una representante para Flooxer. Había un personaje que se llamaba Álex y estaba basado en mí. Les pedí que me dejasen hacerlo. Al principio no estaban muy convencidos porque era algo bastante grande y serio pero al cabo de dos semanas me dijeron que sí, que el papel era mío.
¿Por qué te dijeron que estaba basado en ti?
Creo que porque querían un chico cariñoso, tranquilo, relajado, con su moto. Yo les intenté convencer de que le cambiarán el nombre para que no fuera tan directo pero no hubo manera.
Todas estas tablas que conseguiste durante estos cinco años en La Llamada te habrán servido para estar actualmente en La Pilarcita.
La Llamada me ha permitido estar cinco años con un montón de actrices increíbles: Macarena García, Anna Castillo, Belén Cuesta…Viendo cómo actuaban, cómo lo hacían, la verdad que había… Creo que eso lo llegué a absolver de alguna forma y me ha enseñado un montón. La primera vez que actué tanto en La Pilarcita como en Paquita Salas no estaba tan nervioso porque tenía la sensación de que venía con muchas cosas aprendidas.
Y el estar encima del escenario durante esos años, aunque fuese como músico, también te ayuda a enfrentarte a él.
Aun así el primer día en La Pilarcita yo estaba asustado, era mucha presión. Me decían que me tranquilizase, que yo había estado tocando delante de 6000 personas en un festival y en esta obra tocas delante de 100, pero no es lo mismo. Una vez que lo asumes ya lo sabes disfrutar porque al principio te entran dudas y te preguntas si lo estarás haciendo bien.
Podrías ser un actor 360, ya que actúas, cantas, compones…
Me falta bailar, porque no sé hacer las típicas coreografías. Brays Efe sí que es muy 360 porque sabe hacer de todo. Estoy por 180. Me queda por aprender un montón de cosas.
¿Has notado la repercusión de la serie a la hora de moverte con tu grupo, The Parrots?
Sí y me parece curioso. La primera vez que me pasó fue en un concierto en Murcia, en un festival que era entrada gratuita y estaba lleno. Me sorprendió porque un montón de personas vinieron al concierto y no sabían que yo tocaba en él, el actor de Paquita Salas. O gente que se enteró de que yo tocaba en el grupo y vinieron a vernos. Aquí se produce la retroalimentación. Esto se consolidó cuando fuimos a tocar a Valencia y ya antes de entrar me pidieron fotos y me hablaron de Paquita. Me dicen cosas muy buenas de la serie y noto mucho cariño.
¿Crees que ahora quizá se te esté conociendo más como actor que como músico?
Siempre había pensado que era conocido por The Parrots, pero sí que es verdad que Paquita ha pasado por la derecha y claramente ahora irá unido. Mi vida es la música, me encanta tocar e intento siempre compaginarlo todo y espero nunca tener que elegir.
De entre vuestro repertorio de canciones me llamó la atención vuestra versión de Soy peor de Bugs Bunny, ¿cómo se os ocurrió hacerla?
Un día se me ocurrió decirles a mis compañeros del grupo que porque no hacíamos una versión de trap. Pensamos en esa canción porque tiene algo en la letra que es especial y me hubiese encantado que se me hubiera ocurrido a mí. Y pasa de cantártela Bugs Bunny a tres chavales que de verdad les han roto el corazón porque al fin y al cabo The Parrots hablamos del desamor y de las relaciones.
Acabáis de sacar un nuevo single llamado Girl, ¿es un adelanto de vuestro nuevo disco?
No, es un single que tiene una continuación que va a salir en septiembre. Van unidas y se seguirá relatando la historia del videoclip. Contaremos con la misma estética, con Claudia Traissac y con ese triángulo amoroso que hemos representando.
Y tampoco tiene nada que ver con vuestro primer disco: Los niños sin miedo.
No. Hace poco se fue el batería, Larry, y decidimos hacer un cambio y dejar atrás esa imagen del primer disco. Contactamos con un productor y es el que nos ha ayudado a que nuestra música ahora suene mucho más clara, más limpia, aunque sigue teniendo esa esencia popera garaje. Cuando nos pasó estas dos canciones, nos gustó mucho el resultado. Ahora lo que vamos a hacer es componer y en agosto nos vamos con él a Inglaterra a seguir trabajando en las canciones y en septiembre grabaremos el disco. Entonces, estas dos canciones son un adelanto a lo que va a venir pero no tiene nada que ver con el segundo disco.
Hace tiempo comentabas que en España no eras nadie si no sacabas un disco. Pero, ¿hoy en día no se saca primero el single y, si funciona, el disco?
Puede pasar, pero en España un single solo no funciona, a no ser que sea hip hop o trap. Pero los grupos de rock and roll si sacamos un tema no se hace tan viral a no ser que tengas un disco y te veas respaldado por una campaña de prensa. Con una única canción no ocurre eso porque la discográfica no invierte. En América e Inglaterra sí que va así, puedes triunfar con un tema y estar yendo de gira.
Me llama la atención que hayáis hecho más gira fuera de España que dentro.
Siempre hemos ido a la par con España e Inglaterra pero en esta última nos han hecho más caso, de hecho nuestra discográfica es inglesa. Sí que es verdad que hemos tocado más veces en Londres que en Madrid. Allí nos quieren y nos siguen un montón, les encanta que seamos españoles pero que hagamos música que les gusta a ellos. Nosotros siempre intentamos resaltar que somos latinos y que venimos de Madrid.
Quizá vuestro estilo es difícil de encontrar en España.
Sí, es más difícil que aquí toquemos por eso. Pero también intentamos llegar a todos y por eso hacemos Soy peor o No me gusta, te quiero. Queremos unir todo y estamos encontrando nuestro rollo, porque en los conciertos se vuelven locos con Soy peor.
El otro día leí un artículo que decía que si existiese aun la revista Bravo, Álex de Lucas sería portada.
(Risas) También lo leí y me quedé muy sorprendido. He de decirte que me haría ilusión. Si existiese aun y me viera ahí sería gracioso porque eran revistas de mi infancia y mis compañeras iban con ellas al colegio. Me parece muy gracioso que digan eso de mí pero no tengo ni idea de por qué lo dijeron.