Se acerca el Carnaval de 2017. Desde el 24 febrero hasta el 1 de marzo las calles de todo el país se vestirán de disfraces y fiesta. Pasacalles, chirigotas, comparsas, murgas, etc llenarán cada rincón de color y diversión.
En España las costumbres propias de cada zona hacen que haya un carnaval por cada pueblo. Habiendo sobrevivido al paso de los años, curiosas tradiciones y leyendas siguen teniendo su sitio en estas fechas y dando lugar a peculiares y llamativos festejos.
En Villar del Arzobispo, Valencia, por ejemplo, se celebra el velatorio y entierro de la morca (una morcilla), y la Quemá del chinchoso, tradición en la cual se prende fuego a un muñeco a escala natural que encarna al personaje popular más odiado del año, políticos generalmente. ¿A quién le tocará este año?
No menos interesante es el carnaval de Laza, Xinzo y Verín, en Orense, donde se celebran el Domingo fareleiro, una batalla campal de harina, el Lunes de farrapos, que consiste en una pintoresca guerra con trapos embarrados, y la llegada de La morena, en la que un vecino disfrazado con una cabeza bovina arroja al público hormigas rabiosas.
En Solsona, Lérida, se representa una curiosa leyenda que narra como los solsonins enviaron un burro a comerse las hierbas que habían crecido en el campanario de la catedral y que, al ser la escalera estrecha, se decidió subirlo colgado del cuello. El animal, agonizante, vació la vejiga sobre el público presente. Sobre esta representación, llamada Colgada del burro, conviene decir que se realiza con un muñeco de un burro relleno de agua.
Los zarramuskeros, de Cintruénigo, Navarra, son típicos personajes que caminan por las calles armados harina, serrín o cualquier otra cosa para manchar como castigo a quienes no van disfrazados. Se cuenta que hace años estos zarramuskeros arrojaban huevos y excrementos o, incluso, se ponían pinchos en la ropa para arañar a las mujeres. Por suerte con el paso del tiempo estas prácticas se han moderado.
También en Navarra, en Lanz, es muy conocida la captura, el juicio y la muerte en la hoguera del malvado bandido Miel Otxin, una tradición que parece estar basada en hechos reales. Miel Otxin es un muñeco de 3 metros, con los brazos en cruz al que acompañan el gordo y torpe Ziripot, el caballo Zaldiko y los Txatxos, agresivos lugareños.
La Bruja de Lezeaga es la protagonista en Llodio, Álava. Según cuenta la leyenda esta bruja vivía en una cueva y atraía con sus cánticos y sus malas artes a los pastores del pueblo. Por ello, en el carnaval las cuadrillas cogen a la muñeca que simboliza a esta hechicera, la pasean y la condenan a morir en el fuego.
Estás son solo algunas de las originales formas de celebración que tienen lugar por todo el país y que esperemos sigan celebrándose durante muchísimos años. En poco más de una semana brujas, burros, chinchosos y demás cobrarán vida. ¿Estás preparado?