En el primer Mundial de Uruguay 1930, España no participó. No por ser una de las selecciones europeas que decidió no participar por tener el recelo de no celebrarse el primer Campeonato Mundial en Europa, lugar donde se inventó ese deporte. Reparo que hizo no acudir a selecciones tan importantes como Inglaterra (cuna del fútbol), fue un boicot en toda regla del que España participó con la excusa de que el viaje en barco era costoso y muy largo para la recién creada Selección de Fútbol Española.
La aventura española en un Mundial se inició en el campeonato siguiente, celebrado en Italia en 1934. Entre los hitos de ese ya año histórico estuvo que los jugadores españoles se enfrentaron por primera vez a la selección de Brasil. También se incia una "maldita tradición", pues cayeron eliminados en los cuartos de final contra la anfitriona, Italia. “La maldición de los cuartos” es lo que popularmente se conoció con la mala costumbre de perder en esta fase de la competición y terminar con toda posibilidad de obtener el triunfo.
El camino hacia el Mundial de Italia 1934 comenzó un año antes, con las eliminatorias previas. España disputó dos encuentros con Portugal, país al que se enfrentará esta semana en la fase de grupos. El equipo español fue superior en ambas ocasiones, ya que la selección ganó con un amplio resultado (9-0 y 1-2), tal y como se recoge en las crónicas deportivas de algunos diarios como el AS o el Heraldo de Madrid conservadas en la Biblioteca Nacional de España.
Tras estas victorias pre-Mundial, España tenía que ganar, ya en la fase de campeonato, en la ciudad italiana de Génova a la selección brasileña y así alcanzar los cuartos de final. Fue un partido que generó gran expectación y donde se reunieron 25 aficionados. Los españoles se impusieron al equipo de Brasil por 3-1 gracias a los goles de Iraragorri y Lángara, en un triunfo merecido de acuerdo con las palabras del presidente de la federación brasileña tal y como se recogió en el periódico Luz, disponible en la hemeroteca de la BNE.
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Brasil contaba ya con fama mundial de gran selección y España tuvo que sufrir para lograr el triunfo, muy meritoria victoria si se piensa que era la primera vez que se enfrentaban ambas selecciones. Uno de los jugadores más destacados fue el portero español, Ricardo Zamora que paró un penalti y en cuyo honor y recuerdo el diario Marca entrega todos los años el premio al mejor guardameta de la temporada.
Llegados a los cuartos de final de ese año republicano (1934 eran tiempos de la Segunda República), los españoles estuvieron a punto de hacer historia en su primera participación mundialista. El primer partido oficial contra Italia en su Mundial quedó empate. En esa época no había prórroga y se repitió el encuentro. Todo en un ambiente "casero" y de favoritismo con los anfitriones, al final Italia nos ganó por la mínima y se clasificó a la final contra la antigua Checoslovaquia.
Aún así, en el gobierno de Madrid y entre los muchos aficionados españoles, la alegría era inmensa por el buen juego y la dignidad mostrada por los jugadores de la selección. Muchos fueron los que pidieron homenajes y más celebraciones para recibir a los jugadores españoles en una España "feliz", ignorante de los malos tiempos que se avecinaban (Guerra Civil, 1936-1939).
