La Lupi, es el nombre artístico por el que se conoce a Susana Lupiáñez, una bailaora malagueña que lleva el Flamenco en las venas desde 1971. Los reconocimientos que posee so numerosos porque su baile es innovador a la vez que tradicional. Es una persona muy perfeccionista; “Si me dijeran vas a bailar como nunca en tu vida y después te vas a morir, aunque parezca una exageración aceptaría. Disfruto bailando, pero viéndome no, jamás”, dice la bailaora.
Acompañó a Miguel Poveda durante la gira Artesano dos años, de aquel trabajo queda un DVD grabado en el Teatro Real de Madrid como prueba de la esencia de su baile. En su coreografía la cara juega un papel importante. “Canto con el cantaor por eso gesticulo, no es a nivel teatral o argumental”, explica la malagueña.
Fundó la “Compañía flamenca La Lupi” en 1999, con espectáculos sobresalientes como Cartas a Pastora por el que fue candidata como mejor bailarina a los Premios Max 2016. “Durante 17 años tuve mi academia en Málaga, ahora doy muchas masters class. Siempre digo que la base es el ritmo. Mis clases estaban acompañadas de guitarra y cante, luego explicaba conocimiento, todo el que tenía y estudiaba, porque es poquito dentro del flamenco, que es infinito. Una vez que les enseñaba el conocimiento ya fluíamos con la coreografía si no, era imposible fluir, funcionar”, dice La Lupi.
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El pasado marzo La Lupi estuvo en Almería para actuar en el VI Festival Flamencos por La Guajira, junto a ella dos nombres de la cantera almeriense, las bailaoras Ana Alonso e Isabel Ramírez, que fueron sus alumnas y le profesan una gran admiración. Al día siguiente esta maestra de maestras ofreció una Master Class en la academia de Ana Alonso. Repetía una y otra vez a los asistentes: “El compás libera el alma”, mientras se movía por toda la habitación enérgicamente.
A la pregunta de qué significa esa máxima, responde: “Cuando tú tienes ritmo y entiendes el código musical del Flamenco; te hace libre, puedes moverte. Si no eres conocedor te quedas esclavo de ti mismo los movimientos son autómatas, la libertad te la da la conciencia musical. El compás es el motor después el conocimiento, que es el lenguaje de entender el cante, porqué aquí contestas, porqué aquí rematas el cante. Primero el conocimiento musical, después el aprendizaje físico. La gente está equivocada empieza al revés, por el conocimiento físico, el del ímpetu y no es así. Ahí no puedes llegar a fluir, a llegar a ser una bailaora.”
Está más que fatigada después de la intensa clase en la que ha entregado con pasión su saber a los asistentes. La voz la tiene rota, ha estado casi una hora atendiendo a admiradores y unos pequeños escolares la han emocionado al regalarle un detallado álbum con la trayectoria de la bailaora. Al comienzo de la entrevista son casi las 4 de la tarde y esta mujer no ha tomado bocado, pero continúa enérgica, sin perder ripio.
El Ballet Nacional de España le pidió hace tres años que coreografiara unos tangos a los que ella tituló La Fonda de Carmencita. ¿Qué les enseñó a estos bailaores y bailaoras?
Quería que mi coreografía tuviera verdad, tuviera esencia y, lo vieran con mis ojos, eso es lo que les transmití. Con los carros del Mercadona (empujaban los carros por la clase), con el vamos a andar, vamos a sentir cantando, todo eso. Hice La Fonda de Carmencita, fue la primera bailaora que se grabó en movimiento por Tomas Edison, antes de los hermanos Lumeire. Edison editó las primeras imágenes en movimiento de la historia de la humanidad y fueron de una bailaora flamenca de Almería, Carmencita Dauset.
¿En qué ha cambiado lo que tú aprendías en el Flamenco a lo que se enseña ahora?
En lo alcanzable (pronuncia estas palabras con soberana rotundidad, hacen mella) antes era todo inalcanzable y ahora todo es alcanzable, en eso, eso es lo fundamental. La caja de Pandora es internet, hoy en día puedes hablar con tus ídolos. Hay unas infraestructuras a todos los niveles que puedes estar en todos lados, el poder económico, aunque en España todavía estamos por salir de esta crisis, pero es todo mucho más alcanzable.
¿Y respecto a la innovación?
La innovación tiene que estar cargada de conocimiento, este se obtiene de ver muchos espectáculos, de estar al día de todo lo que se hace, de las nuevas vertientes no solo del flamenco, sino espectáculos de contemporáneo, danza española, jazz… Luego está la creación de cada uno, la creatividad, también las carencias aportan. Cuando tienes carencias buscas otros caminos y eso te hace personal. No te puedes frustrar porque tengas carencias al revés tienes que buscar otro camino, que te haga contar lo mismo con otras palabras, con un lenguaje que tú puedas hablar correctamente. Todo eso te hace innovar y buscar ser personal, ser tú.
Todo con respeto es puro. Lo que tiene que haber es una formación, es decir, tú no puedes estar unos años bailando Flamenco, ver que no tienes talento y decir soy una persona alternativa, me voy a inventar una obra, en esas cosas no creo. Porque no son alternativas, son “frustrativas”. Cuando conoces bien el idioma del Flamenco, el contemporáneo, la danza española u otra modalidad. Después de muchos años de trabajo, investigación y preparación, quieres mezclar y tienes el conocimiento para poder mezclar, entonces es pura.
Pero eso a veces es difícil de distinguir para el público. Cuando Camarón hizo La Leyenda del Tiempo nadie entendía nada.
Pero es que Camarón tenía una afinación perfecta y un conocimiento perfecto de todos los cantes, de los cantes que llamamos las gitanerías, era un bicho, un grande. Con la cabeza de Paco de Lucía y productores que estaban acompañando a ese genio construyeron La Leyenda del Tiempo y eso ha sido que van a pasar 200 años y va a ser algo único. Eso es lo que yo te digo.
¿Cómo distingues un buen espectáculo?
Por el conocimiento que tiene esa persona. Por eso sufrimos y disfrutamos más que el público de a pie, sufrimos cuando no están haciendo algo que para nosotros no está trabajado y desarrollado con conocimiento y, disfrutamos cuando desarrolla algo con mucho conocimiento que no es fácil alcanzar.
Me llega cualquier persona que lo haga con amor y verdad. Aunque esté equivocado, pero es su verdad. También me sorprende mucho cuando hay gente joven que baila con sabiduría entendiendo el cante, la música, flotando a ritmo, a compás, eso me llega muchísimo.
¿Y cuándo estuviste en GOt Talet con Las Turroneras?
¡Ay que gracia! Creo en ellas si no, no voy a la televisión, como si me llamaran Ana Alonso o Isa Ramírez porque tienen en Almería una cantera de niñas increíbles. Tenía que hablar en televisión sobre el Flamenco, quería decir que no es marketing, no es una cara, no es España y la pandereta. El Flamenco lleva detrás un trabajo de perseverancia y constancia, por eso fui; para que la gente en sus casas entendiera que el flamenco de esas niñas es verdadero. Hicieron un compás por bulerías, un bastón y fíjate las niñas, que tienen de 7 a 10 años, son pequeñitas, llevaban el ritmo de bien. Yo tengo que estar ahí para la nueva generación y apoyarla, porque es muy importante que las de mi generación apoyemos a estas niñas, son el futuro.