Los representantes de España en Eurovisión 2018, Amaia Romero y Alfred García, afrontaron ayer su primer ensayo sobre el escenario del Altice Arena de Lisboa, en el que se llevará a cabo el festival.
A pesar de que la puesta en escena aún podría modificarse, todo parece indicar que se caracterizará por su sencillez y elegancia. En principio, García lucirá un traje burdeos y una camiseta blanca (de Paco Varela), mientras que Romero llevará un mono de color marfil (de Teresa Helbig) y el pelo semirecogido.
Cabe destacar que, en la actuación, cada uno comenzará en un extremo del escenario, para posteriormente ir acercándose lentamente y acabar abrazados. Acto seguido, las cámaras les rodearán en busca de primeros planos. Según informa RTVE.es, finalizará con un efecto pirotécnico en forma de dos estrellas fugaces que atraviesan todo el escenario. Además, los artistas estarán solos en la pista; sin coros ni instrumentos.
Mediante un comunicado, TVE explica que la puesta en escena se divide en tres fases: “Encuentro, diálogo y explosión de amor”. Por tal razón, el foco se pondrá en los dos cantantes, que protagonizarán “un juego de miradas y gestos cómplices durante el que logran olvidarse del resto del mundo”.