El público quiere más de Jorge Blass: teletransportarse, convertir a niños en magos y sentirse mágicos durante un rato, parece que no es suficiente. En Salamanca, llenazo tras llenazo, ha sucumbido y amplía una noche más: la del 20 de abril, en el Teatro Liceo; por el momento, la última en esta ciudad que quiere más y más magia.
Luego el calendario de Jorge Blass es una locura, ‘Palabra de mago’: Valladolid, Alicante, Viladecans, Manresa, Barcelona, Zamora, León, Vitoria…, sólo hasta final de mayo. Blass supera el viejo dicho de “nada por aquí, nada por allá”, porque hay mucho por aquí y mucho por allá que ver y sentir, en este espectáculo que magnetiza y atrapa en ese: “¿Y cómo lo hace?”.
Mucho arte para demostrar que nada es verdad, ni mentira, ni siquiera del color del cristal con que se mira. Así es que, si uno se despista un instante sobre lo que pasa en el teatro: ¡zas! A estar más atento, que la magia no espera.