Los memes son información transmitida culturalmente, bien ideas o creencias que son comunicadas de individuo o grupo de individuos a otro. Una característica innata de este fenómeno es su carácter de auto-replicarse, desde la imitación de éste a su uso en distintos escenarios y circunstancias. Estos elementos se asemejan a los propios seres vivos con su propia evolución, pues sobreviven por selección natural.
El concepto en sí nació gracias al zoólogo y científico Richard Dawkins y su libro El gen egoísta (The Selfish Gene, 1976), en el cual expone la hipótesis “memética” de la transmisión cultural, donde propone la existencia de dos procesadores informativos distintos en las personas, uno que actúa a nivel genético y otro a nivel cerebral. El último replica la información cultural del individuo, que es recibida mediante la enseñanza, la imitación o la asimilación. Dawkins presenta el meme como la unidad mínima de información que se puede transmitir, estas unidades forman la base mental de nuestra cultura al igual que los genes son la primera base de nuestra vida.
Otros autores que han tratado el tema son los investigadores Knobel y Lankshear en 2007, quienes defienden que los memes no son copiados de forma fidedigna, sino que son reinterpretados y modificados, lo que crea diferentes versiones de un mismo respetando la idea original y favoreciendo a su propagación masiva.
La simbiosis de esta manifestación con Internet origina GIFs, imágenes, vídeos y acciones que hoy en día conocemos. Comparten las mismas peculiaridades que las unidades culturales anteriormente expuestas; si estos audiovisuales no son gratos para los usuarios de la red, caen en desuso hasta su extinción u olvido, incluso llegan a competir entre sí para captar la atención del individuo. Dawkins presenta este fenómeno como un”secuestro” de la idea original, pero con una gran diferencia: las mutaciones que hacen que algunos memes de internet sobrevivan y otros no, no son aleatorias como sucede con los memes culturales primarios, sino que son alteraciones deliberadas por la creatividad humana.
[Sumario]
Si bien su expansión puede ser viral y mundial, se ha de conocer a la comunidad para que esto pueda ser posible. Limor Shifman, profesor asociado en el Departamento de Comunicación y Periodismo de la Universidad Hebrea de Jerusalén y vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales, defiende que los memes deben ser compartidos en subcategorías específicas, para así motivar y estimular su circulación por parte de los usuarios mediante la imitación o reinterpretación para que se sientan partícipes e integrantes en una comunidad parcial o totalmente definida gracias a estas prácticas culturales. El ejemplo más claro actual es el meme de los “Uganda Knuckles”, el cual se extendió en el VRChat antes de saltar a las demás redes sociales.
Este fenómeno supone un factor importante en el comportamiento y mercado actual, a pesar de que la mayoría son bromas existen memes comerciales, e incluso los humorísticos afectan de forma significativa al mercado. La fama alcanzada por la canción de Baauer “Harlem Shake” se lo debe en gran medida al baile caótico que constituye un meme en sí, otro ejemplo parecido aunque no de Internet es el baile de la “Macarena”.
Las marcas, los comunicadores, los publicistas y la mercadotecnia buscan deliberadamente un meme para que el consumidor quede impregnado de su producto y ya no solo lo compre, sino que se familiarice; su uso marca empresas y sus logos, como el color rojo de la Coca Cola o la “La canción del Cola Cao”, el anuncio radiofónico popular en España creada por la empresa española Grupo Nutrexa en 1946 con su pegadizo “Yo soy aquel negrito el África tropical…”, que marcó varias generaciones.
Memes de Internet en publicidad
Hay compañías que se adentran en Internet con esta estrategia, como la que lleva acabo Old Spice con el actor Terry Crews creando comerciales utilizando de forma obvia e intencionada una aglomeración de memes reiteradamente en plataformas tales como Youtube. A pesar de que este sistema perece funcionar, está en proceso de prueba, pues es complicado que la focalización de una publicidad se centre en un producto cuando su principal reclamo es un meme de Internet, el cual suele ser cómico y capta toda la atención.
A pesar de su importancia y su aporte a la comunidad, Dominic Basulto, editor en Estados Unidos del diario Russia DIrect, publicó en 2013 en The Washington Post un artículo donde defendía que todo este fenómeno y las táctica publicitarias surgidas a partir de éste han afectado negativamente a la capacidad de transmitir unidades de cultura humana durables, contribuyendo a la difusión de banalidades en oposición de las relevantes.
