Científicos han publicado en la revista Nature los resultados de un estudio que ha logrado descubrir una forma de poder curar la ceguera de un ojo causada por el fallo de los fotoreceptores del ojo, abriendo un nuevo camino para una nueva generación de implantes que puedan reducir drásticamente el porcentaje de población con ceguera a nivel mundial.
Según fuentes de la OMS, en el mundo existen unos 253 millones de personas con discapacidad visual, de las cuales 36 millones con ceguera y 217 millones con discapacidad visual moderada a grave. Y estas cifras se quedan cortas ya que se espera que se tripliquen estas cifras para 2050.
Todos estos problemas de visión tienen varias causas, pero todo parece indicar que el motivo principal son los nuevos estilos de vida que nos están estropeando los ojos, especialmente todo lo relacionado con la sobreexposición a la que estamos sometiendo a nuestros ojos a luces artificiales y pantallas digitales. También la poca exposición al sol de nuestros ojos desde pequeños, es decir, el hecho de que cada vez los pequeños salgan menos a la calle está provocando que sus ojos no se adapten bien a la luz solar y esta le resulte hasta perjudicial.
Es por esto por lo que son muchos los científicos y estudios que andan buscando una forma de reparar, curar o reemplazar las partes dañadas de nuestros ojos para poder combatir contra el aumento de los problemas de visión.
En esta ocasión el descubrimiento va más allá de una simple prótesis artificial y lo que ha logrado es descubrir una forma de poder curar los fotoreceptores de nuestros ojos, lo que, teóricamente, podría hacer que gran parte de los problemas de visión, incluyendo algunos tipos de ceguera, pueda ser curada y reparada en su totalidad.
El descubrimiento ha sido la sustitución de los fotoreceptores naturales por unos sintéticos compuestos por oro y óxido de titanio, logrando así crear unos fotoreceptores que imiten a la perfección lo que unos naturales, y en perfecto funcionamiento, realiza continuamente.
Obviamente todo esto aún está en una etapa muy temprana y aún queda tiempo para que se pueda hablar de una solución final, pero sí que abre la ventana a que se pueda emplear esa composición sintética y los resultados de este estudio para futuras prótesis o implantes oculares.
Habrá que esperar para ver lo que supone este nuevo descubrimiento y ver si se posiciona como otra vía real para poder acabar con los problemas de visión a nivel mundial, especialmente dedicado para los que no son capaces de captar la luz que sus ojos reciben.