Todas las personas aspiran a ser felices. O, al menos, así debería ser. Algunos expertos afirman que es algo que no existe mientras que otros aseguran que es algo completamente efímero o pasajero. Sin embargo, desde la Universidad Estatal de San Francisco ofrecen una visión que muchos ya intuíamos: La felicidad no reside en las cosas materiales sino en las experiencias, en los recuerdos almacenados. Es decir, que si quieres ser feliz es mejor que te vayas de viaje a Tailandia en vez de comprarte el último modelo de iPhone en el que te has encaprichado. Y es que, según los científicos, como el psicólogo Richard Wiseman, los objetos materiales en seguida se vuelven “viejos, raídos y desfasados”. Es por eso por lo que “nuestras mayores inversiones deberían dedicarse a crear recuerdos en base a experiencias y vivencias personales”, explica Thomas Gilovich, responsable de la investigación y profesor de psicología.
Viajar es crear experiencias
Cuando te vas de viaje no sólo desconectas. De hecho, más bien, conectas. La rutina diaria, el trabajo y la repetición de tareas programadas hace que el tiempo vuele y que tengas la sensación de que la vida cada vez se escapa más deprisa. Pero viajar te ofrece todo lo contrario: hace que cada minuto cuente, que tu cerebro registre experiencias positivas, se oxigene y genere recuerdos positivos que te motiven “y te hagan sentir motivado por lo que has hecho”. Es todo lo contrario a irte de compras: “ir de compras es algo cortoplacista, que colma el deseo de tener algo, una necesidad básica o un capricho”. Sin embargo, no es algo que permanezca con fuerza, es algo que al poco tiempo deja de ser especial.
La importancia de compartir
Las experiencias vividas como los viajes, son cuestiones que se pueden compartir desde un plano multidireccional. Ya viajes sólo o acompañado, es una experiencia que está llena de momentos compartidos, de pensamientos y sentimientos enlazados con las personas que conoces en el viaje, con las que compartes sus recuerdos… “Un viaje es algo que se comparte desde lo vivido, no desde lo material. Es una experiencia donde son importantes las relaciones e intereses sociales”.
Y es que, cuando compartes, estás dando algo. Son muchos los estudios en los que se asegura que dar es mejor que recibir. Regalar algo (no tiene por qué ser material) aporta felicidad y nos ayuda a valorar el presente.
El viaje, clave
Viajar tiene una gran cantidad de variantes. Puedes hacer un gran viaje, algo más pequeño o irte de fin de semana a una casa rural. Todo dependerá de tu tiempo, de tus posibilidades económicas. Destinos nacionales o rurales tienen su encanto, al igual que otros sitios más internacionales como pueden ser Tailandia, India, Dubái o Estados Unidos. ¿Tienes planes para este fin de semana? Olvida irte de compras y dedica ese tiempo y esos recursos a planificar un viaje o coge la mochila y lánzate a la aventura. No dejes que el tiempo y la rutina hagan caer los días en el olvido. Preparados, listos, ya.