La identidad social es un factor relacionado con el bienestar y la participación comunitaria. Algunos estudios han demostrado el vínculo existente entre la identidad étnica y el empoderamiento y que la interacción entre ambos hace que los índices de bienestar y participación comunitaria sean más altos. Sin embargo, el carácter de estas relaciones puede estar condicionado por el hecho de que la persona perciba a su propio grupo como una minoría y/o un grupo discriminado. De hecho, estas relaciones se dan principalmente en colectivos que se encuentran en situación de minoría y/o discriminación, pero no en colectivos más hegemónicos o mayoritarios.
Para avanzar en esta tesis, Jon Zabala, miembro del grupo de investigación consolidado Cultura, Cognición y Emoción de la Facultad de Psicología de la UPV/EHU, ha realizado un estudio transversal “para analizar la relación que la identificación social (o fusión de identidades) y el empoderamiento psicológico colectivo tienen con el bienestar personal, el bienestar social y la participación comunitaria de 748 vascos y vascas”.
Según ha explicado Zabala, “hemos visto que las personas que se sienten muy identificadas o fusionadas con los vascos (o vascoparlantes) y tienen un alto grado de empoderamiento muestran altos índices de bienestar personal y social y de participación comunitaria; de hecho, muestran índices más altos que las personas no fusionadas y con bajo grado de empoderamiento”. Por otro lado, los resultados de la investigación sugieren que “la identificación social equilibra los aspectos negativos derivados de percibir el grupo como minoría lingüística”, afirma el autor. Además, “hemos detectado que para el bienestar de las personas que consideran la condición de euskaldun como minoritaria en su entorno , como en ciudades o lugares donde el euskera es más frágil, es más importante sentirse identificado con los vascos”.
Empoderamiento psicológico colectivo
Según explica el investigador, los avances logrados en el aspecto cultural, y especialmente en el lingüístico, son claramente coherentes con la percepción de poder del colectivo vasco para cambiar la sociedad y alcanzar sus objetivos. Sin embargo, “aún encontramos ciertos indicadores de vulnerabilidad, como la frágil situación del euskera y algunos indicadores concretos de discriminación lingüística en algunas situaciones, que pueden ser considerados como una amenaza para la supervivencia del euskera y, por tanto, de la identidad vasca”, afirma Zabala.
Según la teoría de la identidad social, “cuando un colectivo es minoritario y percibe amenazas relevantes que atañen a su identidad, la identidad se activa y puede iniciar procesos de empoderamiento, señala el investigador de la Facultad de Psicología. Es posible que, a pesar de la buena posición socioeconómica en general de este grupo social y de los logros alcanzados en cuanto a la lengua, la conciencia de ser una minoría lingüística tanto en el mundo como en el conjunto de la población del País Vasco, contribuya a que la identificación o el grado de fusión identitaria con los euskaldunes y, especialmente, el empoderamiento actúen como factores especialmente importantes para el bienestar”.
Los investigadores han percibido un fuerte vínculo entre el empoderamiento colectivo y el bienestar: “Nos ha sorprendido que un factor social como este tenga una relación tan fuerte con el bienestar personal, afirma Zabala. El empoderamiento psicológico colectivo ha sido un factor muy importante y debemos seguir investigando”. Las características del colectivo investigado no son habituales en comparación con las investigaciones que se han llevado a cabo hasta la fecha en esta materia (sobre todo se ha estudiado la identidad étnica de los afro-americanos). Por lo tanto, los investigadores afirman que este trabajo es de utilidad para otras investigaciones que se lleven a cabo en este campo a nivel mundial.