Las hamburguesas que ves en las fotos de esta noticia saben a carne, tienen la misma textura e incluso, si la pides poco hecha, sangra. Pero no tiene ni un gramo de carne. Desde hace años, empresas como ‘Impossible Foods’ o ‘Beyond Meat’ están elaborando carne “sin carne” pero con su misma textura, sabor, aroma y aspecto. De esta forma, al no llevar carne, se usan muchos menos recursos naturales de la Tierra: En comparación con las vacas, la hamburguesa “imposible” utiliza el 95% menos de tierra, el 74% menos de agua y crea un 87% menos de emisiones de gases de efecto invernadero. Y es 100% libre de hormonas, antibióticos e ingredientes artificiales.
Pues bien. Parece que todo esto ha acabado convenciendo del proyecto al mismísimo Bill Gates, que no ha dudado en sacarse 75 millones de dólares del bolsillo para invertir en la carne sin carne. Y es que todo indica que este negocio va a ser una revolución en el mundo del consumo alimentario. De hecho, su reto es disminuir el consumo de hamburguesas de ternera en un 25% antes de 2020, lo que ayudaría a reducir los índices de obesidad, entre otras cuestiones.