En la actualidad, el cáncer es una de las principales enfermedades que más muertes causa en todo el mundo. Los especialistas señalan que muchos de estos tumores podrían evitarse si la población consumiera menos alcohol, tuviera mejores hábitos alimentarios e hiciese ejercicios físicos con regularidad.
Hoy en día, las investigaciones científicas e importantes avances en los diferentes tratamientos facilitan la detección precoz, así como también proporcionan resultados esperanzadores en cuanto a la prevención y curación de aquellas personas afectadas, con el fin de tener una mayor calidad de vida con menos efectos secundarios.
Diagnósticos menos dolorosos e invasivos
La detección temprana de la presencia de un tumor maligno continúa siendo uno de los principales objetivos de oncólogos y médicos. Los últimos avances en la lucha contra el cáncer permiten descubrir las células cancerígenas que puedan estar presentes en el organismo sin tener que realizar una biopsia quirúrgica.
Con una simple muestra de sangre puede realizarse un análisis para detectar cualquier indicio de ADN tumoral que se encuentre en el torrente sanguíneo, prueba que es conocida como biopsia líquida. Puede llegar a detectar mutaciones y es posible hacerle un seguimiento para controlar la evolución de una patología, ya que por ser un procedimiento sencillo es posible repetirla las veces que sea necesario.
Los resultados de estos análisis se obtienen muy rápido, entre uno o dos días. Esto representa un considerable ahorro de tiempo y evita a los pacientes de padecer trastornos innecesarios. Al conocer con más detalles la genética y biología del tumor, se puede decidir mejor sobre el tratamiento que se deba llevar según las características de cada cáncer.
Hay otros tests que pueden detectar el cáncer a tiempo, entre los más innovadores está el test de aliento, que aunque todavía se encuentra en fase experimental, las expectativas están puestas en su efectividad para determinar el cáncer de estómago o esófago.
Instituto IMOR: tratamientos más precisos y con menos efectos secundarios
Los tratamientos que históricamente han sido los pilares en la batalla contra el cáncer son la radioterapia, quimioterapia y cirugía. Pero siguiendo el avance constante de estos tratamientos, en el Instituto IMOR se están aplicando novedosas técnicas como la braquiterapia, que no dañan a otros tejidos. Asimismo, en los últimos años se han agregado dos más: las terapias dirigidas y las inmunoterapias.
Braquiterapia
Esta técnica ataca al tumor desde afuera, es decir, coloca la fuente radiactiva muy cerca o dentro del tumor para destruir solamente las células cancerígenas y no dañar ningún tejido ni órgano cercano. Este tratamiento dura cuatros días, y por la precisión con que se aplica, los efectos secundarios son más bajos.
Terapias dirigidas
Se refiere a los fármacos, que han avanzado y especializado, para ser cada vez más efectivos y con menos consecuencias tóxicas. Están diseñados para atacar específicamente a moléculas presentes en ciertos tumores de estómago, mama, linfoma, melanoma y pulmón, que no están presentes en el resto del organismo.
Inmunoterapias
Este tratamiento no ataca la célula tumoral sino que refuerza el sistema inmunológico del paciente para que pueda luchar con un probable tumor de la forma menos agresiva posible. Se trata de una serie de fármacos que activan las propias defensas del paciente.
¿Cuáles son las recomendaciones para prevenir el cáncer?
Desde el Instituto IMOR, las recomendaciones son simples y relativamente fáciles de seguir. Lo primero que toda persona debe hacer es asistir a revisiones médicas y a vacunarse contra enfermedades que pueden originar el cáncer. Los virus de hepatitis B y C pueden causar cáncer de hígado; el de papiloma humano puede provocar cáncer de lengua o de cuello de útero, entre otros.
Otro factor importante es el de llevar un estilo de vida saludable. No consumir alcohol en exceso, practicar algún tipo de ejercicio o deporte de manera regular para combatir el sedentarismo y mantener así un peso saludable. De igual manera, evitar el tabaco y exposiciones al sol prolongadas sin protección, sobre todo en horas de máxima radiación solar.
Mantener una dieta equilibrada también es fundamental, debe contener frutas, fibra y verduras, tratando de restringir el consumo de carnes y alimentos procesados. Según estudios de especialistas, dan como resultado que algunos de los factores de riesgo de padecer cáncer son el sobrepeso, el sedentarismo y el consumo de alcohol.
El descanso y dormir bien también ayuda a prevenir el cáncer. Si no se logra dormir lo suficiente y adecuadamente, el cuerpo se debilita y más allá de sentirse fatiga física, se compromete el sistema inmunológico, lo que puede terminar asociado con el cáncer. Durante el sueño se produce cortisol, que es lo que ayuda a regular el sistema inmune y libera células exterminadoras de cáncer naturales. Éstas ayudan al cuerpo a combatirlo, por lo que si no se duerme bien, estos niveles estarán muy bajos.
¿De qué manera puede afrontarse el diagnóstico de cáncer?
Conocer el diagnóstico de padecer de cáncer no es nada fácil. La mayoría de las personas que han hecho frente a esta situación lo califican como el momento más traumático que han tenido en su vida. Desde su experiencia, los médicos especialistas del Instituto IMOR, afirman que en ese instante, el paciente no asimila ni la mitad de la información que le suministran en vista de la conmoción que les ha provocado esa noticia.
Surgen inmediatamente las preguntas "¿es grave?, ¿voy a morir?". Los oncólogos aseguran que la negación y el bloqueo es la primera fase, la segunda es la asimilación y aceptación, y por último, buscar tratamientos para seguir adelante. Como un dato esperanzador, se tiene que hoy en día se curan más del 60 por ciento de los tumores malignos.
Una de las recomendaciones es buscar otras opiniones para liberarse de dudas. Hay algunos pacientes que acuden a investigar por Internet, pero esto lo que puede traer como consecuencia es inseguridad, debido a la gran cantidad de información que puede encontrarse. Lo más aconsejable es solicitar la asesoría y consejo de un médico especialista.
Toda esta situación genera miedo y angustia, que evoluciona y lleva a una fase de aceptación, a la que sigue una fase de proactividad contra la enfermedad. Pero en ocasiones esto no sucede, y es aquí cuando es fundamental la ayuda psicológica.