Desde 1962, por iniciativa del Instituto Internacional del Teatro (ITI), dependiente de la UNESCO, se celebra el Día Internacional del Teatro. Se eligió esta fecha, del 27 de marzo, por ser el día que la asamblea general de los centros ITI decidió en su reunión de Viena del año anterior, 1961, consagrar a poner en relieve el trabajo de las gentes del teatro en la consecución del entendimiento entre culturas. Una obra de teatro se convierte en un mensaje universal que trasmite los valores de concordia y paz defendidos en la ONU.
Entre todas las celebraciones y eventos del día, destaca por ser la más importante la circulación del Mensaje Internacional del Día Mundial del Teatro. Por invitación del ITI, una personalidad de celebridad mundial comparte sus reflexiones sobre el tema del Teatro y una Cultura de Paz. En este caso le ha correspondido a la estupenda actriz francesa, Isabelle Huppert.
[Sumario]
De su discurso oficial del Día Internacional del Teatro destacamos sus palabras de optimismo sobre el futuro del teatro. Cuando la actividad teatral sufre la crisis como industria, actrices como la Huppert ven más luces que sombras:
“…el teatro tiene una vida tan próspera que desafía el espacio y el tiempo; sus piezas más contemporáneas se nutren de los logros de los siglos pasados e incluso los repertorios más clásicos se vuelven modernos y vitales cada vez que se representan de nuevo. El teatro renace siempre de sus cenizas, mudando sólo sus convenciones anteriores en sus nuevas formas: así es como se mantiene vivo.”
Un mensaje optimista en general, aunque con algún reproche. De los 55 años de mensajes invitados a dar por el Instituto Internacional de Teatro (ITI) a figuras de talla mundial del teatro, ella hace la octava mujer en ser propuesta. Número escaso, cuando la fuerza del Teatro ha recaído muchas veces en grandes damas, divas de la escena. Este día también quiere recordar y prestigiar a la multitud de personas que de forma anónima trabajan en el teatro. Los tramoyistas, iluminadores, músicos, decoradores, maquilladores, peluqueros y muchos más que están detrás del escenario, pero que son tan imprescindibles como autores y actores para mantener vivo al Teatro.