Ayer, 6 de febrero de 2018, la empresa estadounidense Space X inauguró la nueva era en la exploración, una nueva era que tiene a la colonización de Marte como meta final. Esta nueva era promete cambiar nuestras vidas acercándolas un poco más a lo que hemos visto en la ciencia-ficción.
Space X es la empresa aeroespacial de Elon Musk, el creador de Ebay, Tesla, Paypal… y tiene entre ceja y ceja revolucionar el mundo de la exploración espacial para hacerla evolucionar a niveles de película, teniendo la colonización de Marte y el turismo espacial como objetivos finales para traer el espacio a la humanidad.
El gran hito de Space X ha sido el lanzamiento con éxito de su cohete Falcon Heavy, el cohete más potente que ha creado el hombre y que teóricamente tiene la potencia suficiente para llegar a Marte con una tripulación y material para establecer una colonia allí. En esta ocasión el dato anecdótico es que la carga que llevaba el cohete era el nuevo coche Tesla Roadster, el nuevo deportivo que la marca presentó a finales del año pasado y que está planeado que acabe ‘aparcao’ en el planeta rojo, pero para esto tendremos que esperar unos 6 meses.
La parte clave de este lanzamiento es el carácter reutilizable de todos los componentes, es decir, que cada parte del cohete una vez ha sido lanzado, vuelve a la tierra aterrizando de forma controlada para poder reutilizarse en futuros lanzamientos, un aspecto clave pensado en reducir los costes de este tipo de misiones y también reduciendo la cantidad de basura especial que se genera, un problema que está trayendo de cabeza a la NASA en los últimos años.
El siguiente paso de Space X es el de terminar la nave espacial que nos llevará a Marte, es decir, la nave en la que llevar a la gente hasta allí, una nave que tiene el nombre de ‘BFR’ (Big F*king Rocket) y que se espera que esté lista en los próximos 4-5 años. Durante su desarrollo iremos hablando sobre sus distintas pruebas que incluso incluyen a la Luna como ‘campo de pruebas’.
Pero esta nueva era no es solo cosa de Space X, aunque de momento sí que parece que va a la cabeza, esta nueva era implica que grandes empresas privadas entran dentro de la carrera espacial, algo que parecía exclusivo de las agencias espaciales internacionales como la NASA, la ESA o las agencias espaciales rusa y china. En el terreno privado tenemos otros rivales a dominar las estrellas como la empresa Blue Origin del dueño de Amazon o Virgin Space, ambas empresas buscan ponerle las cosas difíciles a Space X y tienen proyectos similares a los de la empresa de Elon Musk.
Todos estos movimientos tienes como objetivo el inicio de la ‘conquista’ espacial, un hito que la humanidad lleva años intentando y que parece que la tecnología actual nos permitirá realizar de una vez por todas, pudiendo comenzar a establecer colonias en la Luna y en Marte, lo que abriría un mundo de posibilidades.
Toda esta historia también tiene un aspecto económico y es el de la explotación de los recursos naturales de planetas y asteroides que nos rodean, unos recursos naturales que ayudarían a la conservación de nuestro planeta y a intentar frenar todos los problemas climáticos que estamos sufriendo actualmente.