Ayer saltó la noticia sobre una supuesta vulnerabilidad llamada Meltdown de los procesadores Intel y que podría estar poniendo en peligro a todos los ordenadores que tuvieran sus procesadores y que hayan sido comprados en los últimos años.
El problema en cuestión sería un fallo en la construcción de los propios procesadores, un fallo que permitiría acceder al Kernel de los mismos, al núcleo interno del procesador para entendernos, haciendo peligrar toda tu información confidencial (contraseñas, códigos de seguridad…) y también permitiendo a cualquiera acceder a los procesos internos del mismo, pudiendo hacerse con el control total del dispositivo.
Este problema parece que estaría presente en los procesadores Intel de los últimos años, afectando también a todo tipo de sistemas operativos y dispositivos, pero hoy mismo Intel ha comunicado que no son solo sus procesadores los afectados y que los de otras marcas también tendrían ese problema, algo que no han confirmado. Para que te hagas una idea, este problema afecta a tu ordenador, al de tu oficina, a todos los dispositivos informáticos con procesadores Intel (por ejemplo, un cajero) e incluso a servicios en la nube y servidores, es decir, que afectaría a casi todos los dispositivos que puedas imaginar.
La solución a este problema parece que no es fácil, pero la marca ya está trabajando en ella de la mano de los principales fabricantes y responsables de los diferentes sistemas operativos para hacer frente cuanto antes a esta amenaza mediante una serie de actualizaciones de software que comenzarán a llegar a los usuarios en los próximos días.
El mayor problema, según algunos expertos, es que esta solución podría afectar al rendimiento de los dispositivos actualizados, una bajada de rendimiento que podría llegar hasta el 30% del mismo, lo que haría que muchos ordenadores dejaran de servir para los propósitos por los que se compraron. Esta última parte ha sido desmentida, en parte, por Intel diciendo que “Al contrario de lo que afirman algunos informes, cualquier impacto en el rendimiento dependerá de la carga de trabajo que se realice y, para el usuario medio de ordenadores, no debería ser considerable y se mitigará con el tiempo”. Es decir, que Intel reconoce que para aquellos que realicen trabajos pesados, sí verán como el rendimiento bajará, pero que los usuarios que solo naveguen por internet y realicen tareas de ofimática no.
Este problema detectado va a suponer un gran palo para la empresa Intel, puesto que es la gran señalada del problema y habrá que ver cómo reaccionan los usuarios ante la bajada de rendimiento de sus procesadores, especialmente los profesionales y la comunidad ‘Gamer’, una comunidad muy activa en redes sociales y que no perdona una a nadie que le estropee sus horas de juego.
El momento tampoco parece ser el mejor para que aparezca, un momento en el que el mayor rival de Intel, AMD está acercándose a su nivel y en las fechas en la que otro gigante Qualcomm, ha presentado y va a presentar los primeros portátiles con su procesador para móviles Snapdragon que prometen portátiles con una vida útil que llegaría a las 25 horas sin apagarse.
Habrá que esperar a ver lo que pasa finalmente con este problema, las marcas afectadas y si realmente las actualizaciones hacen bajar el rendimiento de los dispositivos afectados. Por el momento, la buena noticia es que se ha actuado con rapidez y que la seguridad de nuestros dispositivos dejará de ser un problema, al menos por esta puerta.
Actualización:
Se ha descubierto otra vulnerabilidad llamada Spectre que afecta a todos los fabricantes y que es mucho más difícil de controlar que Meltdown (la que afecta a Intel). Entre ambas hacen que no haya nadie que se libre de estar afectado, habrá que ver si esto supone un cambio en la forma de crear los nuevos procesadores.