Las tablets surgieron en plena era de crecimiento del mundo del smartphones con la intención de ser el sustituto perfecto para los ordenadores, permitiendo mezclar ambos mundos en una combinación que no ha logrado cuajar fuera del iPad de Apple.
Preguntes a quién preguntes, te dirá que, si quieres una tablet, tienes que comprar un iPad y eso es en gran medido debido a que tanto la marca como los desarrolladores se han tomado en serio al producto, algo que, por desgracia, no ha pasado con las versiones de Android, productos que ni marcas, ni Google ni los desarrolladores nunca se tomaron muy en serio.
Las escasas ventas han sido las grandes culpables de que las marcas dejarán de apostar por un producto que no podían vender al usuario de manera anual, quizás es más un fallo de la estrategia que del producto, y las marcas veían como el usuario solo necesitaba comprar una tablet cada 2 ó 3 años que usaba para leer documentos, mirar redes sociales y ver películas.
Esto es algo que ha acabado matando el mercado de las tablets con android pese a los intentos de Samsung con su gama Tab S3 (quizás la única que se lo toma en serio) en favor del iPad de Apple e incluso de modelos con Windows que empiezan a asomar la cabeza, especialmente procedentes del mercado chino.
La última estocada a las tablets con Android se la ha dado la propia Google con la desaparición de la Pixel C, el modelo de la marca, sin sucesora en el horizonte. Es más, lejos de haber filtrado algún tipo de sucesor, Google ha dejado claro que el futuro de las tablets y de android más allá de los smartphones está en el ChromeBooks, ya sabes, lo portátiles de Google que también son compatibles con las aplicaciones Android, y esto puede ser una muy buena idea por parte de Google.
Los ChromeBooks usan ChromeOS en lugar de Android como sistema operativo y su idea inicial era la de usar la nube y así evitar la necesidad de grandes especificaciones. Eso ha ido cambiando poco a poco y hemos visto como el último PixelBook presentado este año por Google es un señor potátil con especificaciones de gama alta y que miraba de tú a tú a muchos portátiles y al iPad Pro.
Es por esto por lo que seguramente la idea de que las tablets con android pasen a ser ordenadores convertibles, o incluso tablets, con ChromeOS pueda que sea una buena estrategia para que los desarrolladores y las marcas se tomen en serio esta vez la plataforma para intentar robarle mercado al iPad, especialmente gracias a que podrán tener mejores especificaciones que los smartphones actuales, aunque esto cada vez es cada vez más confuso.
Otro punto a favor de esto es la aparición de los portátiles con Qualcomm Snapdragon en su interior. Unos procesadores usados por la mayoría de smartphones con Android del mercado y que vendría a demostrar de la potencia de los mismos para mover programas con Windows, por lo que no sería de extrañar que este 2018 veamos un mayor desarrollo de las aplicaciones compatibles con los Snapdragon y con el sistema operativo Chrome OS, un panorama que deja a las tablets Android sin espacio para seguir existiendo, y menos aun cuando las pantallas de los smartphones ya tienen unos tamaños como los actuales.
Mientras todo esto se aclara, Apple seguirá dominando el mercado con su iPad y iPad Pro, dos grandes productos que dieron en el clavo y que cada vez más se convierten en los productos perfectos para los que buscan movilidad y productividad.