Seguro que en la última hora has visto algún anuncio de un coche en la televisión, internet o en una marquesina. Las marcas de coches son de las empresas que más se gastan en publicidad al año para promocionar sus nuevos modelos y es una industria que cuenta con millones de seguidores en todo el mundo. Pero, ¿y si todos los coches que ves en esos anuncios fueran el mismo?
No me he vuelto loco ni conspiranoico, simplemente es la mejor forma de introducir las capacidades del coche The Mill Blackbird, un coche especial que mediante el uso de efectos especiales y la tecnología 360º que incorpora puede convertirse en el protagonista a cuatro ruedas de cualquier anuncio o película que nos podamos imaginar.
Este coche ha sido creado por la empresa The Mill junto a Performance Filmworks, JemFX y Keslow Camera.
Blackbird es un coche que tiene un aspecto más parecido a un buggy que a un coche tradicional. Tiene un solo asiento central y el resto son solo las ruedas, el motor y poco más. Lo curioso del chasis de este coche (si podemos llamarlo chasis) es que su tamaño puede cambiar a lo largo y a lo ancho para adaptarse a las medidas reales del vehículo que queremos superponer encima, por lo que con un tamaño similar y las marcas de anclaje que tiene el coche por todo su cuerpo, la reproducción digital queda perfecta.
La parte más importante de este vehículo está en el centro del mismo y es un conjunto de cámaras y sensores lumínicos que crean una visión completa en 360º de lo que rodea al vehículo para que, a la hora del procesado de la imagen, los editores puedan añadirle reflejos, luces y sombras como le pasaría al coche real.
En la actualidad este Blackbird ya ha sido empleado para crear un par de anuncios junto a la marca Chevrolet, pero no sería de extrañar que las marcas y producciones de películas empezarán a contar con este sistema para evitar el uso de vehículos reales que luego acaben destrozados o filtraciones de nuevos modelos.