Ayer, 20 de noviembre, conocíamos la posible función vuelo del nuevo Tesla Roadster 2, pero no hace falta irse a futuras tecnologías para darse cuenta de que los automóviles actuales ya son parte de ese futuro que tanto hemos visto en películas, leído en libros o imaginado en nuestros sueños.
El mundo del motor siempre ha sido uno de esos sectores en los que la tecnología más avanzada encontraba una utilidad para la sociedad hasta que hemos llegado a la situación actual en la que los vehículos poseen tecnologías que les permiten ser autónomos, ofrecer conexión a internet o ser un centro multimedia totalmente destinados al ocio.
Pero los coches aún pueden ser empleados para disfrutar de su conducción y las nuevas tecnologías del motor no para para ofrecer mayor comodidad y seguridad a la hora de desplazarnos de un lado a otro. En este artículo quiero hablarte de dos nuevas tecnologías que cuando las conozcas, querrás tenerlas sí o sí:
La primera tecnología tiene que ver con la iluminación en momentos de poca luz, es decir, los faros. La tecnología es propia de Audi y se puede encontrar en sus propios vehículos de alta gama como la gama A8 y R8.
La tecnología en cuestión se llama Matrix Laser LED y emplea la tecnología láser para mejorar la iluminación de la carretera en condiciones de baja luminosidad como por la noche. Esta tecnología láser se compone de dos partes:
Por un lado, tenemos la tecnología Matrix LED, una tecnología que, en lugar de emplear un solo LED, emplea unos 50 microleds para darle maleabilidad al haz de luz que los faros generan, es decir, que la luz que da el propio faro se adapta a las circunstancias de la carrera, creando zonas de sombra cuando detecta un vehículo delante para evitar que este se deslumbre, o adaptándose al carril de una autopista o una carretera de ciudad para solo iluminar la parte delantera del vehículo. Esta modificación también afecta a la hora de tomar curvas, iluminando la misma de forma completa gracias a los datos topográficos del GPS que le indican los grados de giro, adaptando la luz a la curva incluso antes de que el conductor gire el volante.
Por el otro lado tenemos la tecnología láser, la cual está compuesta por un láser que es convertido en luz a través de un ‘filtro’ de fósforo que será el encargado de escanear el escenario para ir adaptando la luz que genera el vehículo para evitar que moleste al resto de conductores (lo que está explicado arriba). Este láser también es capaz de remarcar el carril en el que estamos para que tengamos mayor seguridad de que vamos bien por la carretera, creando una sobreimpresión lumínica sobre las rayas ya pintadas de la carretera.
La segunda tecnología está relacionada con los neumáticos, una de las partes más importantes del vehículo y a la que la gente menos caso le suele hacer. Las ruedas son el único contacto que tiene nuestro coche con el suelo, por lo que son imprescindibles tenerlos en buen estado para tener un viaje cómodo y seguro.
La tecnología en cuestión es de la marca Continental y se llama ContiAdapt y se trata de un nuevo tipo de neumático inteligente que es capaz de adaptarse al estado de la carretera por la que conducimos, siendo capaz de cambiar la presión e incluso la forma del neumático para mejorar el agarre, la seguridad y el consumo de combustible.
Esta modificación es gracias a que el neumático está compuesto por varias partes individuales que puedes cambiar su posición dependiendo de lo necesario, haciendo posible que en días con lluvia el neumático se ensanche y pegue más al suelo, mientras que en días soleados se afine y reduzca el roce con la carretera.
Todo esto también es posible a otra tecnología que va de la mano de ContiAdapt que se llama ContiSense y que son unos sensores eléctricos que se encuentran en la propia goma del neumático y que recoge información sobre el terreno y el estado del neumático y lo envía al ordenador de vehículo para que realice los cambios oportunos y conozca el estado de salud de las ruedas.
Como puedes ver, las tecnologías aplicadas al mundo del motor van más allá de la irrupción de CarPlay o Android Auto en las consolas de los mismos, también se avanza en los distintos apartados del mismo para mejorar la experiencia de conducción y la seguridad de los ocupantes durante sus trayectos.
El coche volador acabará llegando, pero de momento podemos disfrutar de alta tecnología en vehículos en venta que van solos, frenan solos, tienen WiFi y que ahora son capaces de adaptar su impacto lumínico y sus ruedas a la carretera por la que uno conduce.
