El pasado 18 de noviembre tuvo lugar la ‘Convención de Armas Tradicionales’ de la ONU, una cita en la que el propio organismo internacional reúne a varios cientos de expertos y representantes de todo el mundo para hablar sobre la legalidad de las armas empleadas a nivel mundial y de los avances en este terreno.
La gran novedad de este año 2017 ha sido que el tema central de la convención ha sido el abrir un debate sobre poner límites al avance la inteligencia artificial aplicada a las armas, especialmente a los drones.
Y es que en la actualidad el uso de la IA tiene un potencial enorme en el terreno del desarrollo militar, potenciales que pueden permitir que los drones ‘salgan a cazar’ objetivos, el uso de sistema de defensas autónomas o incluso armas informáticas capaces de tener cierta vida y se empleen para destruir infraestructuras o realizar ataques informáticos sin necesidad de ser programados.
Muchos expertos en la materia, con Elon Musk como cabeza visible, ya han pedido públicamente que se cree una legislación que mantenga unas fronteras firmes sobre lo que se puede y no se puede hacer con esta IA para evitar que en un futuro nos ocurra como en la película Terminator, es decir, que las máquinas y la IA nos acabe dominando sin que podamos hacer nada para impedirlo.
Por el lado contrario, también son muchos los expertos que creen que esas advertencias son tremendistas y que distan mucho de la realidad actual de las posibilidades de la inteligencia artificial. Uno de ellos es el CEO de Facebook, que tiene varios proyectos dentro de su empresa para el desarrollo de las IA.
De momento la reunión ha servido para comenzar a crear el debate en la comunidad internacional de cara a que en 2018 se comiencen a debatir y negociar las limitaciones y restricciones del uso de las nuevas tecnologías en las armas empleadas por los distintos países del mundo.
Las dos principales premisas que se han creado en esta convención es que los países han aceptado debatir la creación de esas limitaciones y que la Ley principal sea la de que toda arma deba tener un ser humano para su funcionamiento.
El resultado final de todo esto es incierto, pero lo que sí se puede asegurar, es que el mundo está cambiando muy rápido gracias a los avances en el terreno de la Inteligencia Artificial, tanto en lo bueno como en lo malo, y que deberemos de comenzar a plantearnos ideas firmes sobre la forma en que seguiremos desarrollando la misma.