Hace unos días se realizó de forma privada el primer combate entre robots gigantes que enfrentaba a Eagle Prime y a Kuratas en una lucha ‘a muerte’ entre estos dos robots gigantes de combate. La idea surgió tras la gran difusión que tuvieron ambos proyectos en la red y parece que pronto podrá ser una modalidad nueva que podremos disfrutar desde el sofá de nuestras casas.
Ambos combatientes representaban a un país cada uno y, como te imaginarás, estos no podían ser otros que Estados Unidos (Eagle Prime) y Japón (Kuratas). Estos robots gigantes estaban pilotados por un ser humano desde dentro, es decir, que tenían una cabina para ser pilotados, por lo que realmente no podían ser tan letales (empleando balas de paintball en lugar de balas reales, por ejemplo) como se pensaba en un primer momento, esto no es el circo romano.
Y esa precaución para salvaguardar la vida de los pilotos se nota en todo el combate que ha sido algo descafeinado, recordando un poco a los últimos grandes combates que hemos podido ver en el boxeo y se asemejaban más a un espectáculo de lucha libre que a un combate real entre dos potentes y letales robots.
Aun así, es interesante ver el primer combate de este tipo que se realiza y que puede suponer el principio de una nueva modalidad deportiva o de entretenimiento que ayude a la robótica a seguir integrándose en nuestras vidas.
El resultado del combate fue empate y se llegó a ese resultado tras tres asaltos entre los que cada equipo tenía la posibilidad de hacer reparaciones en sus gigantes, motivo por el que no se retransmitió en directo, ya que el combate real duró horas, o mejor dicho, el combate fueron minutos y el evento duró horas.
Hay que recordar que en la actualidad ya existen combates entre robots, aunque estos son de menor tamaño y son dirigidos a control remoto, hecho que hace que sí que acaben destruidos, por lo que no será extraño ver en uno años como se emplea tecnología de la robótica militar y del manejo de drones para que las batallas entre dos gigantes sean realmente letales y tan espectaculares como nos imaginamos en un principio.
