Microsoft vende la Surface Pro como un ordenador, no como una tablet y tras estar con este dispositivo durante 15 días tengo que decir que entiendo a la perfección el motivo por el que hacen esto, ya que estamos ante un dispositivo que, aunque tiene un formato tablet, se asemeja más a lo que nos ofrece un portátil.
De Microsoft para el usuario
La gama Surface es la gama de productos que crea la propia Microsoft para ofrecer a los usuarios la experiencia que ellos creen que deben tener, algo muy importante si tenemos en cuenta que Windows es un sistema operativo que se encuentra en multitud de marcas y eso puede llegar a estropear la experiencia de usuario, especialmente si nos fijamos en la gama de productos más baja.
No es una tablet, es algo más
La Surface Pro 7 de Microsoft es la séptima generación de su no tablet, un producto que desde su nacimiento ha despertado una gran curiosidad entre el público, ya que una tablet con el potencial de un ordenador es el sueño de todo el mundo, incluso Apple lo reconoce al vender los iPad Pro como el sustituto perfecto de un ordenador. A grandes rasgos la Surface Pro 7 cumple a la perfección con ese sueño, teniendo un dispositivo en formato tablet con un sistema operativo completo que es Windows 10, lo que nos permite instalar cualquier programa o juego que podamos instalar en cualquier ordenador.
Ahora bien, pese a tener este formato tan cómodo de usar, en el terreno de la usabilidad nos encontramos ese X que hace que la Surface Pro 7 no sea una tablet. Ese X es el tema de las aplicaciones disponible en su tienda, un terreno en el que Microsoft fracasó estrepitosamente y que son la esencia de la experiencia de usuario actual, una experiencia basada en que con dos toques tengamos dispositivo un contenido, red social o juego totalmente adaptado al mundo táctil. En esta ocasión, son pocas las apps que tenemos disponibles, aunque sí tenemos Facebook, Instagram, Netflix o Spotify, pero para la gran mayoría de aplicaciones que usamos hoy en día tendremos que tirar de sus versiones web (culpa de los desarrolladores más que de Microsoft), lo que ya no hace tan agradable la experiencia de usuario, llevándolo a un terreno más de ratón y teclado. Es cierto que casi todas las apps tienen web o que la cantidad de programas que podemos instalar es mucho mayor, pero no es lo mismo a lo que estamos acostumbrados últimamente.
Por todo esto, la Microsoft Surface Pro 7 demuestra que no es un dispositivo que quiera luchar contra el iPad o una Samsung Galaxy Tab S6, este dispositivo tiene su propio mercado y sus propios usuarios potenciales, aquellos que quieren la comodidad de una tablet para llevarla de un lado para otro pero que necesitan de un sistema operativo completo que le permita tener esos programas de ordenador instalados y que lo necesitan para sus uso diario. Está especialmente destinada a profesionales que van de un lado para otro o a estudiantes que quieren poder escribir a mano o con un teclado. La Surface Pro 7 es eso, una herramienta de creación de contenidos que también nos servirá para consumirlos, pero no al revés como las tablets tal y como las pensamos hoy en día. A ver, la pantalla es muy buena y los altavoces son frontales y suenan de maravilla, pero si queremos un dispositivo exclusivamente para esto hay opciones más baratas.
Un producto muy bien pensado
Respecto a su rendimiento es excelente, no podía ser de otra manera. Es cierto que es algo ruidosa cuando le damos caña y necesita ventilarse, pero su rendimiento con los nuevos procesadores Intel de 10ª generación es más que suficiente para cualquier usuario que no llegue a los niveles de necesidad de un gamer de última generación (que quiera jugar a títulos de última generación con una alta tasa de frames y en alta calidad) o un editor pesado que use mucho Autocad, After Effects o similares.
La funda teclado es un accesorio imprescindible, ya que no sólo nos servirá para escribir (es calcado al de un portátil), también nos hará más amena la experiencia a la hora de movernos por el sistema operativo gracias a su trackpad integrado. Es cierto que de primeras todo el conjunto parece algo tembloroso, pero al cabo de unos minutos nos daremos cuenta de que podremos usarlo sin problema tanto en una mesa como apoyado en nuestras piernas.
Ya que hablamos del teclado, una pieza clave (nunca mejor dicho) es ese caballete integrado en la parte trasera que nos permite que la Surface Pro 7 se quede de pie sin posibilidad de caerse y que nos permite colocarla en cualquier ángulo para una correcta visualización.
La Surface Pro 7 también es compatible con lápiz digital, un lápiz que en mis pruebas he usado poco pero que será de gran utilidad para aquellos que dibujen o requieran de mayor precisión a la hora de usar un programa específico o tomar notas.
Para terminar, no hay que olvidar que esta Surface Pro 7 tiene expansión mediante tarjetas MicroSD, un puerto USB normal, un puerto USB-C que también nos servirá para cargar y el puerto de carga propietario que en esta versión incorpora cargar rápida.
Microsoft sabe lo que se hace con la Surface Pro 7
A modo de resumen, la Microsoft Surface Pro 7 es un gran dispositivo multiusos que nace de la necesidad de unir el mundo tablet y el de los portátiles, algo que hace a la perfección, ofreciendo la comodidad de transporte y manejo de un iPad con la potencia y versatilidad que sólo un ordenador con un sistema operativo completo nos puede dar. No es para todo el mundo, es para profesionales y estudiantes, pero el que se la compre para sacarle todo su potencial no quedará defraudado con ninguno de sus apartados.