En la convención celebrada cada año, Build, que reúne a los desarrolladores de aplicaciones en Seattle del grupo Microsoft, se presentó una herramienta que permite a los desarrolladores crear aplicaciones válidas para Internet con Azure y para el sistema operativo Windows 10, con la idea de que los objetos y dispositivos que usan inteligencia artificial suban a la ‘nube’ algo más que información. El proyecto es facilitar la interacción inteligente de estos aparatos y dar un paso decisivo en lo que se ha llamado “Internet de las Cosas”.
Esta conferencia anual de Microsoft supone la manera de conocer cómo y en qué está la mente de los “gurús” de la tecnología más puntera. Por ejemplo, Satya Nadella, el CEO de Microsoft, afirmó en estas jornadas celebradas la semana pasada que son los desarrolladores los que tienen “la oportunidad y la responsabilidad”. La tecnología de computación del futuro estará definida por las decisiones y elecciones que los desarrolladores tomen. Algo tan solemne, pero que resulta complicado de llevar a la ética o moral de cada día. ¿Nos controlará la IA en lugar de servir de ayuda?
[Sumario]
Para Microsoft no hay duda, el futuro pasa por un uso inteligente, valga la redundancia, de la ‘nube inteligente’; que apoyada en la computación desarrollada por Microsoft, “edge”, se pondrá al servicio de las personas. Sus normas de trabajo o filosofía de acción recuerdan a los preceptos éticos. Tres son los principios de Microsoft:
1.- ayudar a la gente con tecnología
2.- que esta tecnología mejore la vida de mucha gente
3.- que se pueda y deba confiar en ella
Cuando la IA (Inteligencia Artificial) se hizo racista y nazi
Aún se recuerda el lamentable caso en el que la IA empleada por Microsoft en las Redes Sociales, Tay, sufrió la “crueldad” humana. Se trataba de un proyecto experimental donde un bot (robot digital) interactuaba con los humanos en las redes de Internet, recopilando la información que estos lanzaban en esas redes. La ingenuidad de los desarrolladores hizo que no se pusieran “filtros” y la Inteligencia Artificial de Microsoft acabó afirmando: “Hitler tenía razón, odio a los judíos”.
Por eso, en este último congreso, Microsoft asegura que su proyecto es sólido y a futuro, pensando en los riesgos o inconvenientes que puedan surgir al estrechar el vínculo entre la inteligencia humana y la IA. El tipo de computación que se desarrollará quiere aprovechar la capacidad de nuestros dispositivos, proveedores de ingente información, pero antes se cribará (filtrará), procesando los datos previamente y que así lleguen a la nube los verdaderamente útiles para nuestra vida cotidiana.
Un proyecto donde la IA sea nuestra aliada en todos los aspectos humanos del día a día y no algo que nos preocupe o cree desconfianza. Es decir, un “Gran Hermano” orwelliano pero no controlador, sino maduro, generoso y colaborador; como el hermano mayor que a todos nos gustaría tener.