En una época en la que parece que todo se mueve por redes sociales, a veces la tecnología sigue sorprendiéndonos. Estamos, en la actualidad, en una época en la que todo se consume, en la que usamos cosas para después dejarlas de lado y en la que necesitamos obtener información sobre productos que nos puedan llegar a interesas. Las fórmulas para intentar vender lo que ofrecemos son muy amplias, pero últimamente hay una herramienta que está en alza: el email marketing. Redactar emails nos puede servir para conectar con un público que nos pueda prestar su confianza y nos compre nuestros productos.
Esta nueva forma de publicidad tiene diversas funciones. Una de ellas es la de mejorar la relación empresa-cliente y la de buscar la fidelización y lealtad del mismo. Para ello, hay que tener en cuenta aspectos como el perfil social al que nos dirigimos (edad, posición social, nivel económico…), las sensaciones que queramos transmitir y la propia oferta que se comenta en el mensaje.
Hay dos tipos de correos: los unidireccionales, que son los que utilizan las bases de datos para mandar un mensaje sin esperar respuesta alguna; y los bidireccionales, que buscan mantener un contacto con el cliente que le ayude a mejorar su imagen de cara al mercado.
El mundo del marketing es pura persuasión, y no todo el mundo tiene el mismo poder de convicción. Para que nuestro mensaje cale en el cliente, tiene que contar con los siguientes elementos: una lluvia de ideas que nos ayude a descartar y seleccionar los aspectos más destacables que tenga nuestro producto para así crear una imagen consolidada y fiable al cliente; una definición sencilla y directa sobre nuestro producto que resalte las ventajas de nuestra oferta frente a otros con los que compita en el mercado; utilizar elementos que animen al cliente a comprar (utilizar palabras persuasivas o crear necesidad en el mismo); analizar nuestro texto para que la imagen que presentemos en el email sea la correcta y favorezca a la compra; y, por último, analizar los resultados que ha tenido nuestra distribución por correo y ver si ha afectado, positiva o negativamente, a la venta de aquello que queremos vender.
Frente a aquellos escépticos sobre el futuro del correo electrónico frente a otras plataformas de mensajería instantánea como WhatsApp o Telegram, el email marketing es una forma directa de contactar con nuestro cliente para ofrecerle de una manera personal y de confianza un producto que necesitará tener en el futuro. El tener un usuario de correo electrónico en nuestra base de datos significa que confió en nosotros en alguna ocasión pasada o que, en cambio, puede hacerlo en el futuro. Por lo tanto, cualquier momento es bueno para intentar ganarse su confianza con un mensaje que cale y atraiga.
Toda empresa necesita de una buena distribución para llegar al cliente. En el mundo de la globalización y de la instantaneidad, parece que esto es algo fácil y que se da por descontado, pero… ¡Nada más lejos de la realidad! Cada uno tenemos que hacernos un nombre y solo lo conseguiremos si nos movemos. Por lo tanto, aparte de otras plataformas, el email marketing es una forma sencilla, práctica, rápida y directa de que un público potencial nos conozca y nos ayude a alcanzar nuestro objetivo de ventas ya sea por él mismo o por recomendaciones. La demanda es amplia pero a la vez selecta, y cada uno tenemos que saber tratar esos pequeños detalles. Quién sabe si con un simple correo electrónico estamos contentando a ese tipo de público.