Junto a la familia Samsung Galaxy S10, Samsung presentó ayer la primera versión comercial de su smartphone plegable que lleva años filtrándose y rumoreándose. Samsung Galaxy Fold es el nombre de este nuevo tipo de dispositivos que prometen ser el futuro de lo que llevemos en nuestros bolsillos, o al menos esa es la intención.
El Samsung Galaxy Fold es algo así como una tablet pequeña que se dobla por la mitad y se convierte en un smartphone. En concreto, una tablet de 7´3 pulgadas (no muy grande) que se convierte en un smartphone de 4´6 pulgadas de pantalla, que no de tamaño.
Obviamente, el Samsung Galaxy Fold está pensado en ser usado en su modo tablet, dejando la pantalla más tradicional para usar esporádicos como puede ser ver un mensaje, manejar la reproducción de Spotify o llamar por teléfono.
Todo parece muy bonito de primeras, pero realmente el Samsung Galaxy Fold nos demuestra que el futuro de los smartphones plegables no es tan atractivo como uno puede pensar, especialmente por ser un dispositivo excesivamente largo que recuerda más a un teléfono inalámbrico de casa que a un smartphone actual.
Tampoco es muy agradable ver como si usamos el dispositivo en modo tablet tenemos un notch en la esquina de la pantalla que alberga los sensores y las cámaras, curioso que aquí sí haya notch y no agujero como en los Samsung Galaxy S10.
Eso sí, el Samsung Galaxy Fold está pensado para ser un híbrido entre tablet y smartphone, siendo su uso en modo tablet perfecto para navegar por internet o ver contenidos multimedia, algo que mostraron en el evento con una serie de Netflix y que parecía interesante, aunque hay que reconocer que por el formato cuadrado del modo tablet, la cantidad de imagen útil (porción de la pantalla ocupada por el vídeo) era muy similar a la que podemos tener con los nuevos dispositivos de Samsung o con la mayoría de smartphones gama alta actuales.
Luego está la pantalla secundaria en su modo smartphone que es demasiado pequeña, de un tamaño similar a la del iPhone 6,7,8 (los normales), un tamaño de pantalla que no está mal para el uso que se va a hacer, pero que sí que queda algo antiestética con tanto marco arriba y abajo, hubiera quedado mejor si hubieran alargado la pantalla como en el anuncio filtrado hace unos días.
En cuanto a especificaciones solo la batería de 4.300 mAh representa una seria duda sobre la autonomía del dispositivo, especialmente si se usa en el modo tablet. El resto es lo mismo que vemos en la versión más top del nuevo Samsung Galaxy S10 Plus.
En resumen, hay que reconocer que el Samsung Galaxy Fold es un producto muy vistoso, que llena titulares pero que aún no está del todo listo para ser una realidad para el gran público, como demostró la propia Samsung al no tener ninguna unidad disponible para que la prensa lo viera con sus propios ojos (solo se ha visto en sus manos).
No es que muchos se puedan permitir los 2000€ que cuesta, pero como primera generación y muestra de lo que puede ser el futuro de algunos smartphones está muy bien, especialmente porque se demuestra que hay vida más allá del modelo actual. Habrá que ver lo que nos presenta el resto de marcas para competir con este Samsung Galaxy Fond.