La tecnología esta cambiando muchos aspectos de la vida a pasos agigantados. Tanto para bien como para mal los móviles, tabletas, ordenadores, videojuegos, etc forman parte del día a día y, aunque es fácil enumerar todas las ventajas que la tecnología ha traído consigo, no son pocos los problemas que están empezando a relacionarse con su uso.
El uso de móviles, tabletas y ordenadores esta desarrollando problemas posturales, daños en vértebras y columna, así como en manos y dedos.
Pasar horas tecleando en el móvil puede provocar que el dedo pulgar se sobrecargue y se desarrolle un tipo de artrosis conocido como el ‘dedo de BlackBerry’.
Además el uso del ratón del ordenador puede producir el síndrome del túnel carpiano. Este síndrome, antes propio de las personas mayores, se debe a una mala postura continua de la muñeca y provoca fuertes dolores en la muñeca y en la palma de la mano.
El hecho de mantener la muñeca levantada de forma continuada durante el uso del ratón, también puede producir rasgamientos en los extensores de la muñeca, lo que podría derivar en el ‘codo de tenista’.
Además, de otras patologías cervicales ocasionadas por malas posturas, las tecnologías también afectan a nuestra vista y a nuestro oído si se hace un mal uso de estas, mirar muy de cerca la pantalla, volumen demasiado alto… Sin embargo, los problemas físicos que pueden originar las tecnologías no vienen solos, poco a poco se van desarrollado otras patologías.
El ‘tecnoestrés’, es uno de estos problemas vinculados a la tecnología más comunes, y se refiere a las adicciones generadas por los móviles, ordenadores, etc y al estrés y frustración que estas adicciones acarrean.
Además, una de cada mil personas en el mundo sufre alergia al wifi o electrosensibilidad. Al vivir rodeados de conexiones wifi por todas partes, quienes la sufren, normalmente, deben mantenerse encerrados y hay muchos que aislan sus casas con materiales especiales para evitar la influencia de los campos electromagnéticos. La gran falta de información a este respecto hace muy complicado el diagnóstico y la vida de las personas con este problema puede ser una auténtica pesadilla.
Un problema muy común pero que prácticamente nadie reconoce como tal es la ‘nomofobia’, el miedo a no tener el móvil, perderlo o, incluso, a no poder usarlo por el motivo que sea.
Por último, ¿quién no ha imaginado que el móvil sonaba o vibraba sin que este lo hiciese realmente? Esto se debe a que nuestro cerebro asocia el móvil con cualquier impulso recibido y se denomina síndrome de la llamada imaginaria.
Múltiples problemas a los que hoy en día no se les presta mucha atención y que, sin embargo, están destinados a ser motivo de preocupación en un futuro muy próximo.