La ganadería extensiva se ha mantenido, hasta el momento, ajena a los procesos de digitalización y modernización que sí se están aplicando en otros sectores agrícolas y ganaderos. Además, este modelo productivo, uno de los más tradicionales y sostenibles, sufre diversos problemas que se podrían resolver con la ayuda de las nuevas tecnologías.
Con este convencimiento, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) lidera un proyecto que pretende analizar las posibilidades de la tecnología de geolocalización y monitorización del ganado que pasta por el monte en semi-libertad.
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El proyecto GELOB (Gestión de la Ganadería Extensiva en Hábitat con Lobos) cuenta con fondos de la Unión Europea. Además, en esta iniciativa participan la Universidad Politécnica de Madrid y las empresas Digitanimal, RBZ y Consultores en Biología de la Conservación y la Fundación FIEB (Fundación para la Investigación en Etología y Biodiversidad).
El objetivo principal de la iniciativa es analizar, mediante un dispositivo instalado en los cuellos de los animales, su comportamiento, y en su caso, detectar y prevenir ataques de lobos, uno de los problemas más graves a los que hace frente este sistema de producción. “Los ataques de lobos causan daños por valor de más de 4 millones de euros al año a la ganadería española (datos 2016)”, han explicado desde UPA. Esta cifra, además, no tiene en cuenta las grandes dificultades de manejo que causa la fauna salvaje depredadora a los ganaderos.
UPA y ganaderos de la organización que han sufrido ataques de lobos van a colaborar con expertos en tecnología, en fauna salvaje y en gestión de ganado para analizar alternativas tecnológicas innovadoras y comprobar su viabilidad en la prevención de ataques, mediante alertas enviadas al móvil del ganadero.