El esperado 5G ya llama a la puerta de muchas operadoras, proveedores de red, gobiernos… Ya hay firmes candidatos para saltar a este nuevo panorama de velocidad afilando los codos para ganar terreno frente a las empresas rivales.
Claro ejemplo de ello es la adjudicación de 80 MHz en la subasta de espectro de Reino Unido por parte de Movistar el pasado mes, o las pruebas de Telefónica de una tecnología para el 5G que podría sustituir a la fibra.
La expectación por ver en pleno funcionamiento este avance tecnológico es evidente, pero… ¿qué nos ofrece? Si bien, es cierto que las anteriores generaciones supusieron un gran salto en cuanto a nuevas posibilidades que se le brindaban al usuario, como el 2G de los años 90 que permitía mandar SMS o el 3G de principios de siglo que instauraba Internet en nuestros móviles; y que en el 5G las novedades, en apariencia, para el usuario normal son bastantes más “suaves” a simple vista.
La que más puede ser aprovechada por el consumidor medio es la capacidad de descargar y subir contenido con mayor facilidad en Ultra HD y vídeos 3D. Lo que supondrá a voz de pronto una oportunidad idílica para los medios de comunicación de llegar al móvil, y por ende a los jóvenes; pues estos prefieren consumir los audiovisuales en este pequeño dispositivo que en la obsoleta televisión. No solo los medios de comunicación aprovecharan esta ventaja, también los comunicadores de Internet y los individuos entre sí.
Respecto a los vídeos en 3D supondrán una herramienta tanto de diversión como de trabajo, facilitando la labor de ingenieros, arquitectos y constructores entre otros. Aunque esto se implementará en el mercado si el marketing es bueno y no acaba siendo un fracaso como sucedió con las televisiones 3D.
Sin embargo, el elemento clave es la velocidad y el aumento de conectividad. De un grifo por donde sale el agua necesaria en estos días, pasaremos a mangueras de bomberos que nos llevarán a más sitios más rápido. Supondrá una gran diferencia que los ciudadanos de a pie aceptarán con sumo gusto.
A pesar de las ganas que hay por recibir esta nueva tecnología, todavía le faltan sus últimos retoques y, sobretodo, ser capaz de tener una cobertura como la del 4G; por lo que convivirán estas dos generaciones hasta que el 5G llegue a los mismos niveles mientras que el 3G se apaga y se acerca el fin del 2G.