El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) ha obligado a Facebook a actualizar sus términos antes del 25 de mayo. Por ello, la aplicación fundada en 2004 por Mark Zuckerberg, ha comenzado a pedir el consentimiento tanto a los usuarios de la Unión Europea como a los de Canadá para utilizar el reconomiento facial. Esta app ya trató de establecerlo en 2011, pero tras las quejas que recibió por parte de los reguladores y defensores de la privacidad, se consideró que eliminarlo era la mejor opción.
Facebook solicita esta tecnología de reconocimiento facial para las fotos y los vídeos, asignando así un número a cada persona, guardando dicho número en su base de datos. Con ello, la aplicación busca etiquetar a los usuarios en todas las imágenes y vídeos en los que este salga, dejando así todos los rostros etiquetados. Para que esta persona sea auto-etiquetada, Facebook solicitará permiso para ello tanto a la persona que aparece en la imagen como al usuario que la subió.
Para comenzar a utilizar el reconocimiento facial, los usuarios, al iniciar sesión, deberán ‘aceptar y continuar’ las condiciones que Facebook plantea. Sin embargo, la dificultad es mucho mayor si se pretende eliminar esta nueva actualización.