Un hombre de 91 años acababa con la vida de su mujer, de 90,en el asilo donde vivían. El suceso, ocurrido en la residencia municipal de Mazarambroz, en Toledo, ocurría durante la madrugada del pasado 30 de enero. Haroldo G. L. le proporcionaba “una sustancia” que acabó con la vida de Celia. Él, tras la muerte de su pareja, tomaba el mismo líquido, sin llegar a morir. Actualmente, el hombre se encuentra estable en la UVI del hospital Virgen de la Salud.
El cuerpo sin vida de la mujer era encontrado durante la madrugada del lunes. Al lado, permanecía el asesino, todavía con vida. La mujer padecía Alzhéimer.
Actualmente, el Juzgado de Primera Instancia de Orgaz está estudiando el caso, ante un posible crimen de violencia machista, aparte de otro presunto delito de homicidio.
Según fuentes cercanas, era un matrimonio “muy unido”. No tenía descendencia, y llevaban varios años ocupando dos de las 18 plazas disponibles. La mujer ya ha sido enterrada en el mismo municipio donde murió.
