Los agentes caninos del servicio cinológico de la Guardia Civil insistieron una y otra vez a su guía: “éste lleva droga, fijo”. Y así era. Difícil de detectar, pero casi imposible que se les pase a estos cuatropatas adiestrados para señalar dónde y quién porta sustancias estupefacientes.
Sin vacaciones de Navidad, como sus guías, el trabajo que realizan a diario es digno de subrayarse, porque los porteadores de drogas se las ingenian para ocultarlas en los lugares más inverosímiles y hacerlo con empeño.
Este belga detenido, que había desembarcado con su furgoneta Peugeot Boxer del puerto de Ceuta, escondía 160 paquetes de hachís que arrojaron un peso de 152 kilos, en el falso techo del vehículo, al que los agentes de la Sección Fiscal de la Aduana de Algeciras, accedieron con herramientas eléctricas para cortar metal.