La operación denominada “Eraiki” ha posibilitado la desarticulación de esta banda organizada. El objetivo de éstos era la sustracción sistemática de calderas de gas y otros electrodomésticos instalados o depositados, por estar a punto de serlo, en obras de viviendas en construcción.
El grupo había actuado entre los meses de noviembre de 2016 y mayo de 2017, existiendo indicios de su participación en un total de 15 hechos delictivos, distribuidos en obras ubicadas en diferentes localidades de Gipuzkoa como Asteasu, Hernani, Donostia, Azpeitia y Lezo, en otras llevadas a cabo en Bizkaia, concretamente en Bilbao, Sopela y Berango , dos más en Navarra, en las localidades de Burlada y Huarte y por último, en una sustracción registrada en Castro Urdiales, en Cantabria.
El operativo culminó el 15 de marzo con la detención en Irún de dos de los integrantes del grupo, de 40 y 42 años, efectuada por agentes de la Ertzaintza. Esa misma mañana, se practicaron registros en los domicilios de ambos detenidos en esta ciudad, previa obtención del pertinente mandamiento judicial. Asimismo fueron intervenidos dos vehículos utilizados por los integrantes del grupo en los hechos investigados.
Los arrestados, además de tomar parte activa en los robos, eran los encargados de dar logística (vehículos y telefonía) e infraestructura (alojamiento) a otros tres componentes de la banda, que se desplazaban desde fuera de la Comunidad Autónoma Vasca, para la realización de la campaña delictiva, los cuales se encuentran en calidad de investigados.
De hecho uno de éstos no ha podido ser detenido, por estar actualmente cumpliendo una pena de prisión en Salamanca, tras haber sido detenido, en octubre de 2017, por ser considerado cabecilla de otra célula autora de actos delictivos similares.
Esta circunstancia explicaría el parón de la actividad del grupo criminal en la segunda mitad del 2017. Los otros dos hombres han sido identificados e imputados por la Ertzaintza, pero no detenidos, al tener fijada su residencia en su país de origen.
El valor de la mercancía sustraída en Euskadi, la cual era enviada fuera de la Comunidad Autónoma Vasca, a través de una empresa de transporte ubicada en Alcalá de Henares, Madrid, podría superar los 200 €.
El 16 de marzo, los dos arrestados fueron puestos a disposición judicial en el Juzgado de Instrucción nº4 de Donostia, siendo decretado su ingreso en prisión.