Los policías nacionales han encontrado 32,5 kilos de heroína, en el garaje de un chalet de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), envuelta en 65 paquetes; además de 47 euros y dos máquinas de contar billetes, muestra de las ganancias que esta red de narcotraficantes ha obtenido con la venta de la droga.
Desde Madrid
Las dos fases de la investigación, comenzada hace un año, han dado con el cabecilla y su mano derecha, afincados en Madrid, y desde donde habían creado ramificaciones de distribución en distintas provincias.
La heroína la compraban en Turquía, a una mafia internacional, que con cada cargamento enviaba a un kurdo a España, para controlar la transacción. Junto con este individuo, se ha localizado a otro, un búlgaro, responsable del transporte desde Bulgaria hasta nuestro país.
Una vez que la heroína estaba en Madrid, los jefes, españoles, la trasladaban a Portugal y Galicia, principalmente. Todos ellos, los 10 apresados, se reunían en un local público madrileño, para planificar la compra y los envíos.
Repunte
Las intervenciones policiales parecen indicar un repunte del consumo de heroína, una droga que, si bien siempre ha estado en el mercado de las mafias, sufrió una reducción de su demanda hace dos décadas, a favor de la cocaína y estupefacientes de laboratorio.