Cada vez que abro la web de sosdesaparecidos, me quedo atónita. En todas partes desaparecen persona, niños, niñas, ancianos. Por suerte, en España contamos con asociaciones cuyo trabajo es recordarnos cada día que nadie sabe nada de cientos de ciudadanos que, un día o una noche, salen de su residencia o trabajo y….
A partir de ese momento, de esa hora imprecisa, la familia entra en un mundo diferente en cada circunstancia; un mundo de desconcierto, angustia, ansiedad, incredulidad. Es una agonía que no cesa hasta la resolución de los hechos; hasta que aparece la persona. Hoy se busca a 14 personas.
Francisco Jiménez (Fran), cofundador y coordinador de sosdesaparecidos (Asociación de ayuda y difusión de casos de personas desaparecidas), desde 2007 (junto con Joaquín Amills, el presidente), me cuenta que hay distintos tipos de desaparecidos. “Hay quien desaparece de forma voluntaria y se le puede seguir ‘la pista’ por movimiento bancarios, de móvil u otras pesquisas; hay suicidios, y la persona aparece al cabo de un tiempo; están los desaparecidos porque se ha cometido un delito y son víctimas; y están los mayores, que se desorientan por demencia, pérdida de memoria, enfermedades… Este grupo, junto con los niños, son los que más nos preocupa y nos preocupan todos y cada uno”.
La clave: 72 horas
La clasificación que más inquieta afecta a tres segmentos de la sociedad: “niños, ancianos y víctimas de delito”. En estos casos, que son cientos, por increíble que parezca, “las primeras 72 horas son esenciales. En este ámbito, desde hace dos años, trabajamos con los ministerios de Interior y Justicia, para aplicar protocolos eficaces y comunes a todas las comunidades. En 2016, hemos localizado a 32 personas desaparecidas, gracias a la colaboración e información ciudadana”.
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Lucha, trabajo y ganas de reencontrar a los ausentes, han dado en que se anuncie la creación, antes de 6 meses, del Centro Nacional de Desaparecidos que, según el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, éste centro, dependiente del Ministerio del Interior, estará listo en el primer semestre del año.
Para sosdesaparecidos, “es una recompensa a estos años, al anhelo de miles de personas. Nosotros contamos con un equipo multidisciplinar, formado por psicólogos, abogados, criminólogos e informáticos forenses que ponemos a disposición de todas las familias que lo piden, sin ningún coste”.
“Cuando desaparece un familiar toda la ayuda es poca, pero tenemos que ser rigurosos y aplicar un protocolo profesional, dirigido a la localización de la persona. No ponemos esperar ni 24 horas, aunque sea mayor de edad, no se puede esperar ni un minuto. En el momento que un ciudadano desaparece tenemos que activar todas las alertas”.
Formación
Fran Jiménez me comenta que en la asociación, “siempre decimos que tenemos la mejor policía del mundo, pero sin medios. Lo primero es la formación; tenemos que contar con profesionales y, lo segundo, con los medios. Hay que saber cómo actuar, qué decir a las familias y eso solo lo pueden afrontar quienes están preparados y cuentan con las herramientas y la tecnología adecuadas”.
A día de hoy y por los casos más mediáticos, hasta el común de los mortales detecta lo que se llama ‘errores de bulto’. “Nos sorprende que se falle en cosas que están bajo protocolo; no sé por qué se cometen estos errores, tal vez por relajación. Pero nosotros no estamos para criticar a nadie. Estamos para trabajar juntos y con eficacia, y para asumir los errores como crítica constructiva. Tenemos que sumar y ser más efectivos cada día”.
Declaración de ausencia
Y en qué situación queda la familia de un desaparecido. Desaparece… ¿y? A la desolación emocional hay que añadir la incertidumbre económica de la familia. Qué se hace con las cuentas bancarias, los pagos pendientes de esa persona que no se sabe dónde está, con las propiedades, impuestos…
“Nosotros recomendamos que se solicite, a los 2 años, la ‘declaración de ausencia’, para que los bienes no queden desamparados y se pueda hacer uso de ellos, y del dinero, inmuebles, muebles; lo que sea”.
Sosdesaparecidos, con presupuesto cero, lleva mucho más que esperanza a quienes transitan por el páramo de la soledad. Saben que las familias se preguntan cada hora, qué paso, por qué, dónde estás. Hay dolores terribles y hay otros dolores insondables, intransferibles e imposibles de acomodar en nuestras vidas.
El tiempo, solo es tiempo. La ausencia no tiene recambio. Cada desaparecido es una historia viva, que vive en quienes le recuerdan. Sosdesaparecidos está en la búsqueda y en el recuerdo; en la memoria.
