Con la detención de cuatro personas, dos de ellas mujeres, en Benidorm y Palma de Mallorca, la Policía Nacional ha desmantelado una red internacional de esclavitud sexual, de origen nigeriano.
Las jóvenes, que eran captadas en Nigeria entre las poblaciones más humildes, venían con la promesa de trabajar en España o Europa, pero nada más lejos de la realidad. Como es habitual en este tipo de grupos criminales, al llegar a suelo español les quitaban la documentación, las confinaban en poblados, en condiciones lamentables, y las enviaban a Bilbao.
En esta ciudad eran instruidas para que obtuvieran el estatus de solicitantes de asilo. De ahí, de vuelta a Benidorm, donde les obligaban a trabajar todos los días y a todas horas. Paralelamente, las mujeres explotadoras de estas chicas vivían a lo grande, viajaban y ofrecían a las jóvenes a clubes o las obligaban a trabajar en la calle.