La actuación de los guardias civiles tuvo lugar durante el reconocimiento de los vehículos que embarcan en el Puerto de Melilla, con destino a Almería. Al inspeccionar un automóvil con matrícula francesa, ocupado por su conductor y que ante las preguntas del agente, se pone nervioso.
Con ayuda de un perro del servicio cinológico, se registró el coche hasta hallar en el depósito de combustible, los 27,2 kilos de polen de hachís, que obligó a desmontar el vehículo y detener a un hombre, de 61 años, residente en Francia, posible destino de la droga.